Para el sitio web Finanzas Personales, “la idea parecería muy interesante si llegara a aplicarse también en el país”. Sin embargo, resultaría muy difícil su éxito si se tiene en cuenta que las empresas cada vez están luchando por aumentar sus ventas y no quedar rezagadas en el mercado.

“Además, poco a poco la fuerza laboral en el mundo se va transformando y es la generación de los millennials la que está empezando a adoptar unas pautas de trabajo distintas que puede llevarlos a ser “workaholics” o adictos al trabajo”, dice ese sitio web.

La libertad de no contestarle al teléfono al jefe después de la hora mencionada ya fue aprobada en países como Francia, en donde desde hace varios años no es obligación responder correos o el teléfono, siempre y cuando haya terminado la hora laboral.

En ese país, los empleados alegaron que no les estaban pagando el tiempo que tardaban en responder a su superior o en hacer tareas como revisar el correo. Además, decían, estaban por fuera de las 35 horas legales de trabajo establecidas en esa parte de Europa, y que merecían una desconexión total.

Alemania, por su parte, estableció una medida similar, pero esta vez dirigida a las personas con cargos altos. Según The Telegraph, desde 2013 las autoridades les prohibieron a los gerentes llamar o enviar correos electrónicos a sus equipos de trabajo fuera de las horas laborales, con excepción de casos urgentes.

Por ahora, la idea viene de otros países y en Colombia habrá que esperar a que algún congresista se anime a promoverla, entre otras cosas, porque aunque suene algo rara, es ‘el pan nuestro’ de cada día en las empresas del país.

Según Forbes, citado por Finanzas Personales, un caso en el que es recomendable contestarle al jefe después de horas laborales es cuando se está comenzando un trabajo. Contrario a esto, se pueden usar mecanismos como demorarse para responder, y decir que su conexión está complicada (en casos de viajes).

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