Tras realizar uno de sus saltos, Caterine se encontró con el pitufo, que le dejó ver su admiración chocándole la mano y hasta se arrodilló ante ella.
Como es habitual, Ibargüen se dejó alagar, le mostró su sonrisa y hasta le mandó un beso por el aire al pintoresco personaje.
El que no parecía muy contento, tal vez porque a esa altura no había terminado la competencia, fue su entrenador Ubaldo Duany, que muy serio observó la escena.
¿Celoso, Ubaldo? Es broma, dentro de corazón de la ‘negra dorada’ de Colombia, él ocupa uno de los primeros lugares.
Vea aquí la escena que compartió Deportes RCN.
Caterine, que terminó ganando la séptima y última parada de la Liga de Diamante con un salto de 14.66 mts, recibió más adelante su trofeo de campeona general de la competencia, junto a los otros ganadores de las demás disciplinas del atletismo.
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