Santa Ana es un corregimiento del municipio de Granada, en Antioquia, y allí nació Ronald Vásquez que hoy es uno de los principales exponentes de las artes marciales mixtas en Colombia.

Su vida no ha sido fácil, pues a su familia le tocó dejar su tierra cuando él solo tenía 4 años, en 1996, al ser desplazados por la violencia. Pero ahí no pararía su calvario, porque en el año 2000 les tocó otra vez coger camino porque tras una toma guerrillera a Granada, esa población quedó completamente destruida.

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Ya habían dejado su corregimiento y ahora les tocaba el pueblo, abandonar lo poco que tenían para empezar de nuevo. “Llegamos a Itagüí y con los pocos ahorros de mis padres compramos un predio, empezamos a sembrar y guardábamos chatarra. Construimos una casa y vivíamos ahí”.

Pasó el tiempo y, por esas vicisitudes de la vida, sus padres se separaron y él se fue a vivir a Manrique. Allí, víctima de la frustración, empezó a pelear mucho en las calles. A pesar de ser bajito, les “cascaba” a los más grandes.

Hizo amigos para desahogarse y tomó la decisión de irse para la Armada. “Hice el entrenamiento militar en Coveñas y de ahí nos trasladaron para Tumaco, en Nariño, que tiene un panorama difícil por temas de violencia. Vi corregimientos muy pobres y hacía presentaciones de artes marciales en esos lugares, les enseñaba a los niños”.

Terminó su servicio militar y lo condecoraron con la medalla Juan Manuel Bautista Solarte. “Era el galardón que le daban al mejor infante de marina del contingente, yo me iba a quedar en la Armada, pero la medalla estaba acompañada de una beca universitaria y preferí irme a estudiar”.

Vásquez regresó a Medellín, donde evacuaron edificios cercanos de una fábrica que se incendió pero para su sorpresa la beca no aparecía por ningún lado. “Pregunté en la Cuarta Brigada y en la Armada, pero nunca me dieron una respuesta concreta y esa beca quedó en veremos”.

Después, para acabar de ajustar, tuvo un accidente grave en una moto y como no era de él, a Ronald le tocó trabajar para pagarla. “Sin nada más que hacer y con muchas deudas me metí a una empresa de vigilancia. Estuve año y medio, pero me subí mucho de peso, estaba como una ballena”.

En ese momento se reencontró con uno de los amigos de infancia, con el que había entrenado karate. “Me contó sobre los torneos de artes marciales mixtas. Ahí fue cuando me metí de lleno en el tema y me enrolé en una academia que se llama Guerreros”.

Allí se dio cuenta de su talento para esa disciplina. Sin embargo, la academia cerró, pero encontró en MMA Colombia un nuevo lugar para seguir creciendo como peleador. “Desde que estoy con ellos mi carrera se catapultó, he conseguido logros en mi proceso deportivo. Es mi segundo hogar. Pude ir a representar al país a República Dominicana, Panamá y México”.

En medio de la alegría se le volvió a aparecer la tristeza, porque llegó un proceso de desalojo a su casa. “Empecé a ver cómo podía solucionar ese tema y en ese vaivén nos robaron muchos abogados, tristemente nos tumbaron la casa. “Ha sido el día más triste de mi vida, pensé en quitarme la vida, pero mis padres me convencieron de que eso era algo solo material y que valía la pena seguir viviendo, de ahí en adelante veo la vida de una manera distinta”.

Tras ese suceso, se dedicó de lleno a su carrera deportiva en la que ya ha peleado por varios títulos. “En Venezuela perdí por decisión, en Bogotá no di el peso. La última vez, mi contrincante se lesionó, pero acá no para la ilusión”.

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El 30 de septiembre volverá a tener la oportunidad de llevarse el título en el escenario más importante de Latinoamérica, el Match Maker. “Me estoy preparando bien, porque esta vez sí voy por el cinturón”, dijo.

Ronald encontró en las artes marciales mixtas un motivo para seguir adelante y los golpes que la vida le ha dado, él ahora los da pero en las jaulas de combate.

El Match Maker es su próximo desafío

El evento será el Match Maker, que se realizará en Bogotá en el Coliseo Live. Allí enfrentará a Nicolás Bojacá por el cinturón de peso mosca. En esa velada también participará el antioqueño Iván Londoño ante Esteban Mora en un combate de peso gallo.

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