4 motivos por los que su perro se persigue la cola

Al compartir nuestra vida con los perros, a veces notamos ciertos comportamientos particulares que nos sorprenden. Uno de los gestos más comunes y curiosos es cuando se persiguen la cola. Este comportamiento, aparentemente juguetón puede tener varias razones.

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Entender estas acciones caninas nos ayuda a saber con mayor precisión las necesidades de nuestras mascotas. Observar y comprender por qué un perro se persigue la cola puede revelar su nivel de estimulación, necesidades de ejercicio y otros detalles. Conectar con estos comportamientos nos permite atender mejor sus requerimientos emocionales y físicos, promoviendo así su bienestar integral.

¿Por qué un perro se persigue la cola?

• Entretenimiento y ejercicio: los perros son animales curiosos y activos. Si no tienen suficientes momentos para jugar, ejercitarse física o mentalmente, pueden recurrir a comportamientos autoestimulantes como perseguir la cola para mantenerse ocupados. Esto es más común en razas con alta energía.
• Instinto de caza: en cachorros, el juego de perseguir la cola puede ser una forma natural de practicar habilidades de caza. La cola en movimiento atrae su atención y desencadena el impulso de atrapar algo en movimiento.
• Aburrimiento: algunas mascotas pueden desarrollar este comportamiento como una respuesta a la ansiedad. Si se sienten solos, estresados o simplemente no tienen suficiente estimulación mental, pueden recurrir a conductas repetitivas como perseguir la cola para liberar energía o aliviar la tensión.
• Problemas médicos: aunque es menos común, perseguir la cola de manera obsesiva puede estar relacionado con la salud del can. Dolor en la base de la cola, irritación cutánea, problemas de articulaciones o incluso parásitos pueden hacer que el perro se muerda o persiga la cola constantemente como una forma de aliviar el malestar.

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Si su perro se persigue la cola de manera compulsiva, es fundamental observar su comportamiento en diferentes situaciones y buscar patrones. Un veterinario puede descartar problemas médicos, mientras que un especialista en conducta animal puede evaluar si hay factores ambientales, emocionales o de entrenamiento que puedan estar contribuyendo al comportamiento y ofrecer estrategias para abordarlo.

*Este artículo fue escrito y curado por periodistas del equipo de Robby Mascotas, con apoyo de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto.