"Están haciendo cochinadas en los carros": taxistas se quejan por 'car-sex' en Bucaramanga

La denuncia la hizo Wilson Sáenz, uno de los veedores de la conocida ‘Mancha amarilla’ en Bucaramanga, y aseguró, en CM& Noticias, que “lamentablemente los moteles se han trasladado al servicio de transporte de pasajeros en estas aplicaciones ilegales”.

“Ellos mismos publican lo que se atreven a hacer en estos vehículos, y en estos días vimos un video en donde, desafortunadamente, están teniendo sexo en la avenida La Rosita”, en Bucaramanga, comentó Sáenz.

El veedor mostró varias capturas de pantalla para denunciar que, en ocasiones, son los mismos pasajeros los que piden el servicio.

“Necesito un servicio con final feliz”, “que sea un Aveo con un conductor gay dispuesto a una orgía”, “necesito un conductor grande y fuerte”, “estoy estresadita, quiero sexo y tengo sitio. Soy una dama sencilla”, se lee en varias de las imágenes, y allí se observa que los costos van desde 7.000 a 40.000 pesos.

Otro taxista que se sumó a la denuncia advirtió que “están haciendo cochinadas en los carros”, y que por personas que se prestan para ese tipo de actividades se ha afectado la imagen de quienes trabajan honradamente para servirle a la comunidad.

Mujer ofrece sexo por aplicaciones de Uber en Bucaramanga

En una entrevista que hizo la ‘Mancha amarilla’ en Facebook’, una joven confesó que “el Uber-sex es para fetichistas de voyerismo y exhibicionismo”, y aseguró que se ofrecen “tres diferentes tipos de servicio”.

El noticiero consultó al secretario de la Alcaldía de Bucaramanga, David Cavanzo, y su respuesta fue que “esto afecta la salud pública, estamos en medio una pandemia”.

El funcionario dijo que los pasajeros no tienen la tranquilidad “de poder disfrutar de un viaje sin saber que haya pasado al interior de los vehículos”, y anunció que las autoridades se pondrán al frente de estos casos.

En redes sociales hay quienes denuncian que esta práctica sexual en los vehículos se presenta en varias ciudades el país, y que también se prestan los vehículos para consumir drogas y otras actividades ilegales.