Enredado el caso de cómo murió el presunto acosador de Transmilenio; detalles siguen tapados

Sigue el misterio alrededor de las causas de la muerte de Juan Pablo González, en la URI de Puente Aranda, el sujeto señalado de acosar a Hilary Castro, de 17 años, en inmediaciones de una estación de Transmilenio. La respuesta estándar de las autoridades es que se debe esperar el informe del Instituto de Medicina Legal, para tener indicios que permitan orientan las indagaciones, que actualmente adelanta el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía.

No obstante, a la fecha y según la página del Instituto, la entrega del cuerpo sigue pendiente, así como el informe de la necropsia, que tendrá que entregar al fiscal que asuma el caso, para determinar si el fallecimiento de González fue un suicidio, como se ventiló inicialmente; por una convulsión, como lo relató el secretario de Seguridad, o un posible homicidio, como se presume tras la información de un uniformado que indicó que el cuerpo tenía politraumatismos.

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El hermetismo ha sido total. A pesar de que en la URI había 837 detenidos, 35 policías y personal del ministerio público, ninguno parece tener (o no la quieren ventilar) una versión precisa de las circunstancias de modo, tiempo y lugar alrededor del deceso. Lo único que indican es que el cuerpo lo encontraron sin vida, sin dar detalles.

Ni siquiera, el brigadier general Carlos Fernando Triana, comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, suelta datos. En la ronda de medios que hizo en la mañana de este martes, se mantuvo en su declaración:

“Me reportaron que lo encontraron sin vida y estamos esperando los resultados de Medicina Legal, para que, a partir de ahí, el CTI, que asumió la investigación, determine las circunstancias de este hecho en Puente Aranda”, dijo en Blu Radio.

Eso sí, aprovechó para resaltar la celeridad con la que resolvieron el caso de Hilary Castro, lo que calificó como un resultado importante, al lograr identificar, ubicar y capturar al sospechoso, en menos de 72 horas. Sobre lo que sucedió en la URI, relató lo que ya se sabe: que a González lo llevaron a audiencia, le imputaron cargos, le dictaron medida de aseguramiento y lo trasladaron a la URI de Puente Aranda, para esperar la notificación de su centro de reclusión. Al preguntarle sobre las múltiples versiones que han surgido alrededor de la muerte, como el posible suicidio, la convulsión o la muerte a golpes, el alto oficial dijo dice que ninguna se descarta.

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“Allí quedó bajo cuidado de los custodios de la Policía y luego se presenta este lamentable hecho. Las hipótesis han sido varias. La verdad, a través de la investigación del CTI, se establecerá la causa más adelante”, señaló el general Triana. Pero al consultar qué ocurrió dentro de las celdas, solo atinó a decir que Puente Aranda es una de las URI más hacinadas de la ciudad y que el día de la muerte de González, en la celda donde estaba, se encontraban casi 80 reclusos más.

“Presenta un hacinamiento supremamente complejo. En esa URI hay 837 internos y el sitio tiene capacidad para 432 personas. Tenemos 3.140 internos en los 24 sitios de reclusión de Bogotá, es decir, hay una sobrepoblación de 1.900 más”, dijo Triana, quien confirmó que González no estaba solo; que había otros 80 reclusos con él; que un enfermero, que estaba detenido, le brindó los primeros auxilios. “La versión de los golpes, no se descarta. Son personas privadas de la libertad, que son delincuentes. Son situaciones bastante complejas, que tendrá que resolver el CTI”.

¿Hay cámaras en las celdas? ¿Qué se ve en los videos?, se le preguntó al alto oficial, quien indicó que sí hay cámaras, pero que él no tuvo la posibilidad de verlos y que están bajo cadena de custodia. Sobre el hecho de no haberlo aislado, teniendo en cuenta cómo tratan a los señalados de abuso en las cárceles, el brigadier general dijo que era imposible, con el hacinamiento actual. “Lo cierto es que el CTI está haciendo la valoración de la información y entrevistando personas en la URI, para esclarecer esta muerte”, concluyó.

Por ahora, ante la falta de información clara de las autoridades, la ciudad sigue la especulando sobre las causas de la muerte de Juan Pablo González, que de investigado por un repudiable crimen en Bogotá, que desnudó una serie de falencias en los protocolos para atender los casos de acoso, ahora es motivo de una indagación para aclarar más falencias de las autoridades, en especial sobre quién recaía la responsabilidad de su ciudad. La pregunta que queda es ¿Cuándo Medicina legal dará el dictamen de la muerte de Juan Pablo González, para poner fin a la especulación?