Gobierno advierte que presos que devolverían de Ecuador podrían quedar libres en Colombia

El ministro de Justicia, Néstor Osuna se pronunció sobre la propuesta del presidente de Ecuador, Daniel Noboa, en la que plantea la posible expulsión de 1.500 reclusos extranjeros, entre ellos colombianos, que están privados de la libertad en su país. Según Osuna, existen unas directrices para la repatriación y la expulsión implica que el gobierno del vecino país voluntariamente los deja en libertad, con lo que al llegar a la frontera podrían seguir así, si no tienen procesos pendientes con la justicia colombiana.

Desde el Ministerio explicaron que desde la semana pasada vienen dándose conversaciones con la Cancillería de Ecuador y planteando la posibilidad de una repatriación concertada entre los dos países, un éxodo que debe estudiarse caso a caso y que debe ser pedida de manera voluntaria por el recluso. Osuna afirmó también que “nunca se habló de expulsión, ni de deportación”, una opción que sería completamente diferente, pues tiene otras implicaciones.

(Vea también: Ecuador en caos: ¿qué se sabe de la toma del Canal 10 y la Universidad de Guayaquil?)

Osuna explicó que como ciudadanos colombianos estarían en total libertad de entrar al territorio nacional una vez el Estado ecuatoriano los lleve a la frontera, como ha propuesto Noboa. Posteriormente, se procedería con la captura únicamente si tienen procesos pendientes con la justicia colombiana. Aclaró que para que los procesos llevados a cabo en Ecuador tengan validez en el país, debe darse la formalidad de la repatriación, previamente mencionada. Además, reiteró su apoyo al vecino país en medio de esta situación de conflicto que atraviesan.

Noboa en atención a medios de comunicación, expresó que “Colombia dijo que nos quería ayudar, entonces yo le dije perfecto, ya les mandamos los 1.500 presos, que les estamos manteniendo en cárceles ecuatorianas”. Según el presidente, estos generan egresos para el país y ya tienen sentencias de más de cinco años ejecutoriadas, con lo que “según las leyes ecuatorianas nosotros los podemos sacar. Dejar esos 1.500 en la frontera y muchas gracias quédense por allá”.

(Lea también: Crisis en Ecuador: las conexiones de las bandas criminales con Colombia)

La idea del presidente Noboa es tan particular que no hay registros históricos que prueben un traslado de esas magnitudes. Por ejemplo, el año pasado se recibieron del Ecuador 10 solicitudes de repatriación y se aprobaron siete. De tal manera que el Ministerio refuerza su argumento sobre el caso a caso que debe darse ante la propuesta planteada por el vecino país. Ecuador ha reconocido la existencia de un conflicto armado interno por primera vez en su historia, ante una oleada de violencia nunca vista, que ha incluido motines en diferentes cárceles, la toma de un canal de televisión en vivo y el ingreso de criminales a instalaciones educativas.

Pulzo complementa

El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, declaró un conflicto armado interno y ordenó a las Fuerzas Armadas realizar operaciones militares para neutralizar a grupos criminales que han desencadenado disturbios en el país. El estado de excepción, decretado por 60 días, responde a una serie de eventos iniciados con la fuga de Adolfo Macías, alias ‘Fito’, líder de la banda ‘Los Choneros’, vinculada al atentado contra el candidato presidencial Fernando Villavicencio.

La fuga resultó en el secuestro de siete policías, la evasión de Fabricio Colón Pico, líder de ‘Los Lobos’, y diversos ataques a estaciones policiales, la vivienda del presidente de la Corte Nacional, universidades y un canal de televisión. Bandas criminales, a través de videos, amenazaron con ejecutar a policías, civiles y militares, declarando guerra en respuesta al estado de excepción.

En estos videos, se observa cómo encapuchados someten a autoridades de cárceles y emiten mensajes intimidatorios exigiendo un proceso de negociación con el presidente. En otro video, un uniformado sometido pide al presidente Daniel Noboa que se siente a dialogar con las bandas para detener la violencia.