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La informadora hizo gala de su profesionalismo a la hora de reportar los estragos de las crecientes fluviales y las lluvias en Facatativá, Cundinamarca.
Se trata de Nicoll Buitrago, que viajó hasta el municipio del centro del país para evidenciar el drama que viven los damnificados, que en Colombia superan los 416.00, mientras que los muertos llegan a 289, según cifras entregadas por ella misma en Noticias Caracol.
Y como Facatativá ha sido una de las regiones más afectadas de Cundinamarca, la reportera mostró las condiciones de aquellas personas en cuyas casas el agua ha arrasado con todo.
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Pero su informe no le limitó a recopilar testimonios, como el del ciudadano Guillermo Sánchez, que contó que, por las inundaciones, él y su familia debieron “evacuar rápido” y que todo lo que tenían en su vivienda “se perdió”.
La comunicadora también buscó la causa de las crecientes y se dirigió a la quebrada Macillas, cuyo potente caudal ha sido culpable de un sinnúmero de afectaciones cuando llega a la población y se sale de su cauce.
La reportera aprovechó su presencia en el lugar para asistir a la quebrada que viene generando la mayoría de los estragos, motivo por el que se ubicó en la mitad del lecho, justo en un montón de desechos.
La mujer se paró con micrófono en mano en un espacio altamente riesgoso si se tiene en cuenta que en ese momento corría con potencia gran cantidad de agua turbia arrastrando, según se apreciaba, palos, piedras y más elementos.
Desde allí, y con capota para protegerse, la informadora fue enfocada mientras decía: “Esta es una de las causas de las inundaciones que están afectando a toda la población de Mancilla, acá en el municipio de Facatativá. Esta quebrada, río abajo, genera inundaciones al desbordarse”.
Pero eso no fue todo, ya que las condiciones de lugar hacían suponer que en caso de una crecida, la reportera no tendría escapatoria.
Además, se ubicó a pocos metros de una cascada, a la que pudo haber caído en caso de perder el equilibrio o en la que hubiera terminado si la empuja algún elemento llevado por la corriente.
Por fortuna, Nicoll Buitrago salió ilesa del lugar y logró emitir un completo informe en el que se sumergió más de la cuenta, pero con el que demostró su arrojo y entrega por su profesión.
Así apareció la reportera:
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