Laura Villamil, con lágrimas, contó que tiene serio "inconveniente" con la ARL

Laura Villamil, de 28 años, finalmente salió de la clínica el pasado 3 de febrero de 2025, después de estar hospitalizada durante seis largos meses luego de un devastador accidente ocurrido en agosto de 2024.

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Ese día, mientras trabajaba en el restaurante Andrés Carne de Res de Chía, un incendio inesperado envolvió su cuerpo en llamas, dejándola con quemaduras en el 90 % de su piel, aunque afortunadamente su rostro se salvó.

En una emotiva entrevista con ‘La red’, Villamil relató cómo el dolor era insoportable, pero su primer impulso fue pedir que la cubrieran mientras su cuerpo sufría. A pesar de los esfuerzos por recibir atención médica inmediata, fue ignorada en un principio. No había ambulancia disponible, por lo que tuvo que ser trasladada en un vehículo particular.

La poca piel que le quedaba se pegó a la silla del carro, aumentando aún más su sufrimiento. Una vez en la clínica, la situación no mejoró; Laura recordó cómo tuvo que insistir varias veces para que la atendieran adecuadamente.

Durante su estadía en el hospital, el dolor físico y las secuelas emocionales fueron constantes, pero la bailarina nunca se rindió. La presencia de su familia, que estuvo a su lado en todo momento, fue crucial para su proceso de recuperación. En todo momento, ellos la apoyaron, dándole fuerzas para seguir adelante.

¿Qué ha pasado con Laura Villamil?

A pesar de las dificultades extremas, la joven nunca perdió la esperanza de sanar y superar las secuelas de aquel trágico accidente. Hoy, después de meses de tratamiento y una constante batalla por su vida, Laura Villamil comienza a ver la luz al final del túnel.

“Es difícil, un poco complejo volver a montarse a un carro y más cuando el carro no está adaptado, pues he tenido inconvenientes con la ARL, no nos ha querido prestar atención en eso del transporte”, comentó la actriz.

Para Villamil, las graves consecuencias de sus quemaduras se debieron a la demora en la atención del lugar. Asegura que pasó tanto tiempo antes de recibir ayuda con un extintor. “Mi cuerpo comenzó a encogerse, mis partes quedaron expuestas, y lo único que pude decir fue: ‘tápenme'”, relató entre lágrimas, evocando el horror del momento.