Charla que tuvo Laura Villamil con familia de Miguel Uribe; se encontraron en la clínica

Laura sobrevivió a un accidente que la dejó más de un mes inconsciente en una unidad de cuidados intensivos. Durante ese tiempo, libró una batalla silenciosa entre la vida y la muerte. Hoy, con una voz pausada pero firme, relata cómo no solo logró regresar, sino que encontró un propósito en medio del dolor: compartir su fe y acompañar a quienes atraviesan situaciones similares.

Cada dos días acude a la Fundación Santa Fe para continuar su tratamiento de recuperación. Fue allí donde, sin planearlo, se cruzó con la familia de Miguel Uribe, joven hospitalizado tras un accidente. Laura, movida por la compasión y su espiritualidad, quiso dejar una estampita de la Virgen de Schönstatt, la misma que la acompañó durante su proceso. No buscaba protagonismo, solo que el mensaje llegara.

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Pero lo que empezó como un acto anónimo se convirtió en un momento profundamente humano. Un amigo del papá de Miguel la reconoció y le pidió que lo saludara. Laura dudó, por respeto al dolor ajeno, pero accedió. El abrazo con el padre de Miguel fue sincero y sanador. “Yo también estuve aquí”, le dijo entre lágrimas. “Y él va a salir adelante”.

¿Qué vio Laura Villamil, quemada en Andrés Carne de Res, durante el coma?

Durante el coma, Laura experimentó visiones, voces y sensaciones que no logra explicar del todo. “Era como una película con planos reales e irreales, veía colores, escuchaba a mi familia, me aferraba a ellos”, cuenta. Aunque muchos no entienden estas vivencias, ella las valora como parte de su renacer.

Ahora, en su camino de sanación, Laura no solo se reconstruye físicamente. También da consuelo, esperanza y fe a otros. “El mayor milagro es estar vivo”, dijo el papá de Miguel. Laura lo sabe bien. Porque a veces, la vida regresa cuando más se necesita… y cuando alguien la llama con amor.