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La Armada Nacional dio detalles sobre un megaoperativo que se adelantó en la cárcel de Buenaventura, donde los presos seguían delinquiendo a sus anchas.
Las autoridades dieron detalles sobre la operación adelantada en el centro penitenciario y carcelario de Buenaventura, en donde se logró concretar un contundente golpe contra los grupos subversivos de la región. Según informó la Armada Nacional, los reclusos extorsionaban desde las celdas mientras disfrutaban de varias comodidades y hasta licor.
(Vea también: Secuestro y extorsión exprés de profesionales; así están delinquiendo bandas en Colombia)
En una operación conjunta entre la Armada de Colombia y la Fiscalía General de la Nación, uniformados del Gaula Militar se adentraron en la cárcel ubicada en la comuna 9 de Buenaventura. Esta acción judicial permitió la incautación de más de 90 celulares y decenas de tarjetas sim, con las cuales los criminales llamaban a diferentes ciudadanos con el fin de extorsionarlos.
En medio de la avanzada también se hallaron armas blancas, drogas y licor, además de varios electrodomésticos como si estuvieran en su casa. Frente al tema, la Armada entregó la lista de los elementos encontrados:
“Siete armas blancas, 91 equipos celulares de diferentes marcas, 70 cargadores de celulares, 32 manos libres, 130 sim cards, una consola de videojuegos, un módem de wifi, seis memorias extraíbles para el almacenamiento de información, tres parlantes tipo bafle, una barra de sonido, 217 gramos de clorhidrato de cocaína, 4.1 kilogramos de marihuana, 45 botellas de licor, 80 latas de cerveza”, citó la institución.
El proceso investigativo permitió determinar que las personas que estaban detrás de estos hechos criminales, estaban vinculadas con el grupo armado organizado residual ‘Jaime Martínez’ y las facciones de ‘Los Shottas’ y ‘Los Espartanos’, integrantes de la red criminal ‘La Local’.
Las principales víctimas de estos malhechores eran comerciantes, transportadores, profesores, empresarios del sector hotelero e, incluso, pesqueros. Mediante las llamadas se pretendía aumentar el patrimonio ilegal de los criminales, mediante el cual, también se concretaba la compra de armas.
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