"Absurdo" precio de unas fotocopias en El Dorado: Tatiana Franko fue la víctima

Tatiana Franko, conductora del pódcast ‘Vos podés’ y exintegrante de ‘Muy buenos días’, encendió las redes sociales luego contar que pagó 33.000 pesos por imprimir un contrato de 10 páginas en el aeropuerto El Dorado, en Bogotá. La presentadora aseguró que el establecimiento le cobró 3.000 pesos por hoja y cuestionó quién controla los precios dentro de la terminal aérea, al considerar que están “fuera del mercado” frente a lo que se cobra en otros puntos de la ciudad.

En sus historias, Franko mostró el local donde hizo la impresión, ubicado frente a los mostradores de Avianca, y grabó a la asesora que le confirmó el valor por cada página. Luego exhibió la factura para respaldar su queja y reiteró que el cobro le parecía desproporcionado. “¿Quién regula esto?”, preguntó, visiblemente molesta.

La publicación no pasó desapercibida: decenas de usuarios compartieron experiencias similares en El Dorado y otros aeropuertos del país, señalando precios elevados para servicios básicos como impresión, empaques, botellas de agua o alimentos. El caso volvió a poner sobre la mesa la discusión sobre la necesidad de criterios de transparencia y control de tarifas en espacios de alto flujo, donde los usuarios suelen verse obligados a pagar por soluciones de última hora.

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Especialistas en consumo suelen recordar que, aunque los comercios privados tienen libertad para fijar precios, cuando operan en infraestructuras estratégicas y con poca competencia inmediata, las autoridades pueden —y deben— revisar si existen prácticas abusivas o si se vulneran principios de información clara al consumidor. En este caso, el señalamiento de Franko reabrió el debate sobre qué tan informados están los usuarios al momento de pagar y si cuentan con alternativas reales dentro del aeropuerto.

Hasta el momento, el local no se ha pronunciado sobre el reclamo de Franko ni ha explicado los criterios detrás de sus precios. Tampoco se conocen pronunciamientos de la administración del aeropuerto o de entidades de protección al consumidor frente a esta denuncia puntual. Mientras tanto, el video de la presentadora sigue circulando y alimentando una conversación que, a juzgar por las respuestas, toca un problema recurrente para los viajeros.