Tercera noche de disturbios antiinmigrantes en Irlanda del Norte tras un intento de violación

Jóvenes enmascarados incendiaron el miércoles en Irlanda del Norte un centro de acogida, aunque la tercera noche de violencia contra los inmigrantes fue de menor escala en el principal foco de tensión, Ballymena. La violencia estalló el lunes después de que dos chicos de 14 años fueran detenidos y acusados de agredir sexualmente a una adolescente en la localidad. Los cargos se leyeron a los chicos a través de un intérprete rumano, cuyo abogado dijo al tribunal que ellos negaban los cargos.

Nueve policías resultaron heridos y seis personas fueron detenidas, entre ellas tres adolescentes, tras una tercera noche de violencia contra los inmigrantes en Irlanda del Norte, según informó la policía el jueves.

Los enfrentamientos se produjeron principalmente en la ciudad de Ballymena, donde varios individuos volvieron a atacar a las fuerzas del orden lanzándoles cócteles Molotov, fuegos artificiales y otros proyectiles, así como un hacha, según la policía, que volvió a utilizar un cañón de agua para dispersar a la multitud.

Un centro de ocio, donde se había alojado temporalmente a familias desplazadas por los disturbios en Ballymena, fue incendiado en Larne, a unos treinta kilómetros de allí, sin que se registraran heridos.

Ballymena es el epicentro de estos disturbios, provocados por la imputación de dos adolescentes por la tentativa de violación de una joven en esta ciudad situada a unos cincuenta kilómetros al norte de Belfast.

La policía, que calificó estos actos violentos de “racistas”, no ha revelado el origen de los dos jóvenes. Según los medios de comunicación británicos, se expresaron a través de un intérprete rumano durante su comparecencia ante el tribunal el lunes.

Los actos violentos, durante los cuales se incendiaron viviendas, se produjeron en un barrio donde vive una importante población inmigrante.

También se produjeron incidentes el miércoles por la noche en Carrickfergus y Newtownabbey, cerca de Belfast, así como en Coleraine, en el norte de la provincia británica, donde se tuvo que interrumpir el tráfico de trenes y autobuses. Se celebraron concentraciones en Belfast, pero transcurrieron “en su mayoría de forma pacífica”, según la policía.

Seis personas fueron detenidas durante la noche —dos hombres de unos veinte años, uno de unos treinta y tres adolescentes— y “habrá más detenciones”, indicó la policía, que se mostró decidida a “identificar a todos los responsables de estos disturbios criminales”.

Seis personas ya habían sido detenidas durante las noches anteriores.

Nueve policías resultaron levemente heridos, añadieron las fuerzas del orden. Otros treinta y dos habían resultado heridos anteriormente.

Ryan Henderson, responsable de la policía de Irlanda del Norte, condenó una vez más un “comportamiento criminal totalmente inaceptable”.

“Lo que vimos anoche provocó miedo y enormes trastornos a la población, especialmente en nuestra red de transporte”, subrayó.

Con agencias