Joven murió luego de que sus 5 perros lo atacaran al treparse por un muro de su casa

Un joven murió por el ataque de sus cinco perros Rottwiller en medio de las celebraciones de año nuevo en Nicaragua. Sus vecinos aseguran que en la casa habían bastantes peleas.

Augusto García tenía 21 años de edad. Falleció el primero de enero como consecuencia del arrebato de cinco Rottwiller. El joven murió tras quedar gravemente herido por el ataque de sus propios perros en donde vivía.

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Según informaron algunos vecinos al Canal 8 de la televisión en Nicaragua (dirigido por uno de los hijos del presidente Nicolás Ortega) los gritos despertaron a todos en la manzana, pedía ayuda entre la oscuridad. Habría olvidado las llaves con las cuales podía abrir las puertas de la casa y decidió, entonces, trepar por un muro para entrar.

La periodista del medio citado aseguró: “La víctima regresó de la casa de su mamá por la madrugada y, ante la falta de llave (la olvidó), tomó la decisión de lanzarse por la pared que protege la casa, siendo atacado por los animales“.

El joven vivía junto a uno de sus hermanos y una cuñada, que presuntamente no se encontraban en el hogar. Los vecinos aseguran que los gritos los mantienen sorprendidos, y luego los de la madre del hombre fallecido.

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Curiosamente, este es el segundo caso que se da en Nicaragua en los últimos 7 días. El jueves 28 de diciembre, la nicaragüense Ana Rosa Aguilera Blandón, de 83 años, falleció tras ser atacada por su propio perro, de raza pitbull, también en su casa, en la ciudad colonial de Granada, ubicada 45 kilómetros al suroeste de Managua.

Con información de EFE.

Pulzo complementa: 

En caso de un ataque de un perro, es crucial mantener la calma y seguir ciertos pasos para reducir el riesgo de lesiones. En primer lugar, es fundamental evitar el pánico y no correr, ya que esto puede estimular el instinto de persecución del perro.

En cambio, se debe mantener una postura tranquila y evitar el contacto visual directo, ya que algunos perros pueden percibirlo como un desafío.

Si es posible, es recomendable mantener objetos entre uno y el perro, como una mochila o cualquier artículo que pueda servir de barrera. Además, se debe hablar de manera calmada y evitar gritar o hacer movimientos bruscos. Si el perro muerde, es importante proteger las manos y los brazos, tratando de colocarlos en posición fetal para minimizar el riesgo de lesiones graves.