Allan Gil ya se había metido a casa de Ana Serrano; respuesta a jueza confirmó su obsesión

En las últimas horas, el joven fue puesto bajo detención preventiva por feminicidio, mientras este martes se define su situación jurídica.

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Su defensa había pedido que lo dejaran en libertad porque no hay suficientes pruebas, pese a que la Fiscalía ya tiene en su poder imágenes de seguridad que lo muestran entrando al menos 3 veces a la casa de Ana María Serrano el día del crimen.

Las autoridades revelaron la necropsia que le hicieron a la víctima y que confirmó que fue asesinada, mientras la prensa en México asegura que en la habitación de la joven estudiante de Medicina se encontraron el tapabocas y la gorra que viste Allan Gil Romero cuando entró a la vivienda.

A todo ello se le suma una información entregada por el periodista Carlos Jiménez en Telediario, quien aseguró que días antes, el sospechoso ya se había metido a la casa de su expareja “de la misma forma”.

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En entrevistas a medios, la mamá de Ana María, Ximena Céspedes, reveló que Gil Romero entró por la puerta de atrás, con la fortuna de que el perro de la familia Serrano Céspedes no ladró porque lo conocía, teniendo en cuenta la cercanía del joven con la víctima.

Según el periodista, el victimario se metió a escondidas a la casa “a robarle la computadora y algunos otros objetos para investigarla y estar viéndola. Para ver con quién se contactaba y qué hacía. Qué grado de locura a la que llegó este sujeto”.

Incluso, la mamá de Ana María ha expresado que en ocasiones él sí llegó a hacerle comentarios que pasaban límites y se acercaban más a comportamientos posesivos como, por ejemplo, sobre las prendas que usaba o con quién hablaba, pero que en su momento no creyeron que fuera más allá de los celos de un noviazgo entre jóvenes.

En video, los detalles que conoció el medio:

Gil Romero permanece detenido y según el Código Penal de México, si es hallado culpable, podría llegar a pagar hasta 70 años de prisión.

Audiencia de Allan Gil Romero ante jueza

El lunes se cumplió la primera diligencia para encontrar justicia en el caso de la joven de 18 años, de madre colombiana y padre mexicano.

En la primera audiencia de inmutación, que continúa este martes, la jueza le preguntó al joven cuál era su relación con la víctima y su respuesta demostró que no superó su ruptura y estaba obsesionado: “Ella era mi pareja”.

Según El Universal, dichas palabras fue las únicas que pronunció. Asó lo consideraba él, pese a que Ana María había terminado la relación desde junio pasado, aunque él seguía acosándola para que siguieran juntos.

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Entre tanto, el diario añadió que la familia de la joven tiene miedo. En primer lugar, no han podido regresar a su casa porque allí sucedió el crimen y, además, temen que algo les pueda pasar, según su abogado, Fernando Reygadas: “Pues si su hijo actuó así, de qué no serán capaces sus padres”.