Dura medida afectará a colombianos en EE. UU.: tendrán lío para acceder a documento clave

Estados Unidos
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Escrito por:  Redacción Estados Unidos
Actualizado: 2025-07-17 07:43:19

En el estado de Florida, uno de los que más colombianos tiene, comenzó la aplicación de una norma que limita la forma de acceder a la licencia de conducir.

El estado de Florida implementó una nueva normativa que obliga a los inmigrantes legales sin Green Card a renovar anualmente sus licencias de conducción, sin importar si sus permisos migratorios tienen mayor vigencia.

Esta medida afecta a quienes poseen visas de trabajo, estudio o han solicitado asilo político. Según el Departamento de Seguridad Vial y Vehículos Motorizados de Florida (FLHSMV), las licencias e identificaciones solo serán válidas hasta la fecha de expiración del documento emitido por el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS).

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Si dicho documento no tiene una fecha de vencimiento, la validez máxima de la licencia será de un año.

La disposición ha generado críticas entre expertos en inmigración. Algunos consideran que podría disuadir a estudiantes internacionales de elegir Florida como destino académico.

Otros analistas en la materia resaltan que esta medida forma parte de un notable esfuerzo estatal por restringir el acceso a licencias para extranjeros.

Los inmigrantes deberán presentar documentos que acrediten su identidad y estatus migratorio para renovar sus licencias. La política no afecta a quienes tienen residencia permanente (green card) y ha sido vista por muchos como un intento de dificultar la vida cotidiana de los inmigrantes en el estado.

Por qué Estados Unidos intensificó normas migratorias

Estados Unidos ha intensificado la implementación de normas migratorias más estrictas debido a una combinación de factores políticos, sociales y económicos. El endurecimiento de las políticas migratorias responde principalmente a una agenda de seguridad nacional, control fronterizo y presiones internas de algunos sectores conservadores que consideran que el flujo migratorio, especialmente irregular, representa una amenaza para el orden social, el empleo y la identidad cultural del país.

Estas posturas, aunque debatidas, han cobrado fuerza en estados como Florida y Texas, donde las administraciones estatales han tomado decisiones que van más allá de las directrices federales, limitando derechos a inmigrantes legales sin estatus de residencia permanente.

Además, el contexto político nacional ha influido significativamente. Tras elecciones polarizadas, algunos líderes estatales han buscado posicionarse frente a sus bases electorales endureciendo las reglas para los extranjeros. En este escenario, las políticas migratorias se han convertido en instrumentos para ganar apoyo político, apelando al discurso de la “protección de los estadounidenses” frente a una supuesta sobrecarga en servicios públicos o al aumento de la inseguridad, aunque muchos estudios contradicen esas percepciones.

Esto se traduce en medidas como la renovación anual obligatoria de licencias de conducción para inmigrantes sin green card, la exclusión de ciertos beneficios sociales o restricciones al acceso laboral.

Por otro lado, las tensiones en la frontera con México y la llegada de migrantes provenientes de países en crisis —como Venezuela, Haití o Nicaragua— han presionado a las autoridades locales y federales a responder con medidas más estrictas. Estas respuestas, sin embargo, tienden a afectar también a inmigrantes legales o solicitantes de asilo, que terminan enfrentando barreras burocráticas que dificultan su integración y estabilidad.

Organizaciones de derechos humanos y abogados de inmigración han criticado estas políticas, considerándolas discriminatorias, innecesarias y contrarias a los principios de igualdad y libertad que Estados Unidos históricamente ha defendido.

En un contexto global marcado por conflictos, crisis climática y pobreza extrema, Estados Unidos continúa siendo un destino de esperanza para millones.

No obstante, la creciente rigidez normativa refleja una tensión profunda entre su tradición como nación de inmigrantes y las actuales corrientes políticas que promueven el cierre de fronteras y el control estricto de la movilidad humana. Esta contradicción define hoy muchas de las decisiones que afectan a miles de personas que buscan una vida mejor en territorio estadounidense.

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