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Inicia la Macrorrueda 100: una apuesta para impulsar las exportaciones de los territorios
Con una mínima diferencia, esa opción se impuso sobre el 'sí' en el plebiscito celebrado este domingo.
Esto en el supuesto de que las Farc no mantengan su palabra y decidan romper el cese bilateral.
Los más de 50 frentes de las Farc, sus 5.765 miembros en armas, y los milicianos y colaboradores volverán a su accionar con secuestros y extorsiones. Regresará el temor al Caquetá, Guaviare, el Catatumbo, Nariño, Putumayo, Antioquia, Cauca, Chocó, Urabá y la cordillera, central desde el Valle y el Huila hasta Caldas.
Aumentarán las áreas sembradas con explosivos y volverán las víctimas civiles y militares de las minas quiebrapatas que han dejado 9.193 personas heridas o mutiladas y 2265 muertas desde 1990, fecha en la que comenzó el conteo sistemático de estos casos.
El país quedará como un zapato. ¡Qué pena con el papa Francisco, con Barack Obama, con la Unión Europea, y demás países que apoyan el proceso de paz, y con quienes han ofrecido cientos de millones de dólares para programas de desarrollo alternativo! También con la ONU y la banca internacional. La mala imagen del país será imborrable.
El pontífice condicionó su viaje a que los acuerdos fueran ratificados por el pueblo colombiano y apoyados por la comunidad internacional.
Pero en el supuesto de que las Farc decidan mantener el cese bilateral del fuego y no regresar a la confrontación bélica, planteado por Héctor Riveros en La Silla Vacía. Esta se daría con otros equipos de cada una de las partes, pues los que encabezaron Humberto de la Calle e ‘Iván Márquez’ no tendrían más autoridad política para reanudar conversaciones.
Santos, y De la Calle han negado que esta sea una posibilidad real.
Así lo anunció en noviembre pasado en una entrevista en BBC Mundo. Lo tendría que suceder el vicepresidente Germán Vargas Lleras, pero seguramente él también renunciaría para no inhabilitarse para ser candidato en las elecciones de 2018, como lo señala también Riveros en La Silla Vacía.
Como habría que elegir a un nuevo vicepresidente, el Congreso lo haría a través de un acuerdo con todos los partidos, incluido el Centro Democrático de Uribe, quien impondría sus condiciones para una renegociación, agrega Riveros. En este escenario, el analista observa que se abriría la puerta a una Constituyente con la participación de las Farc.
El presidente Juan Manuel Santos lo advirtió al hablar de lo que pasaría si no se aprueban los acuerdos o si se rompían los diálogos.
Quedarán relegados los mandos que mostraron mayor inclinación hacia la negociación y pasarán a dominar los jefes más sanguinarios y violentos de la organización.
Aumentará el número de hectáreas plantadas con hoja de coca y amapola, que ya viene aumentando desde que se desarrollan los diálogos. Los volúmenes de cocaína exportada crecerán nuevamente. Regresarán las fumigaciones aéreas con herbicidas nocivos para la salud, como el glifosato. Aumentará el daño ambiental con la contaminación de ríos, disminución de los bosques y desaparición de especies de fauna y flora.
Así se mantendrán los altos porcentajes de inversión en Defensa del Estado colombiano. Esta es la mayor de Sudamérica en relación con el PIB per cápita y el número de habitantes. Su efecto se vería en la disminución de la inversión en infraestructura, salud y educación.
Esta ha sido una propuesta del gobierno Santos para cuando se acabe definitivamente la guerra.
Las Farc ya empezó a entregar a los menores que tienen en sus filas. Seguramente, ese proceso se detendrá.
No habría ninguna razón para que liberen a los secuestrados y se sienten a negociar su salida del conflicto. Se acabarán los acercamientos para negociar.
Las bacrim que aún persisten se organizarán para confrontar a la guerrilla y volverán las masacres y el desplazamiento forzado. Podrían regresar los atentados y crímenes contra activistas de derechos humanos y a los partidos legales de izquierda se les cerrarán muchos espacios de participación democrática.
No se salvará la infraestructura petrolera, eléctrica, vial y energética, con un alto impacto para los civiles que habitan en las zonas afectadas y costo económico para el país.
Se podrían revivir conflictos con los países vecinos por la acción de las guerrillas en sus territorios, como ya ocurrió con Venezuela, Ecuador y Panamá.
Tampoco habrá perdón, justicia o reparación por las acciones de la guerrilla pasadas y futuras.
Estas podrían generar empleo y mejorar la economía de algunos sectores. Se calcula que sin conflicto, el PIB colombiano crecería entre 1 % y 3 % puntos porcentuales extra en un año.
Cada vez se verán más y más rezagadas del desarrollo nacional.
Gestionará acciones para revertir las reformas emprendidas por Santos en temas como el sector agrícola y otros. Así mismo, se podría crear el camino propicio para que el exprocurador Alejandro Ordóñez se lance a la Presidencia.
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