Nairo lamentó que no tenga equipo potente, pero no apuntó contra sus compañeros

Nairo Quintana vivió un Tour de Francia atípico para él porque de entrada sabía que no disputaría los primeros puestos de la clasificación general. El colombiano se trazó como objetivo ganar una etapa y quedarse con la camiseta de puntos rojos que identifica al líder de la montaña, pero terminará la carrera el domingo sin cumplir esa meta.

Al hacer un balance de su participación en esta edición de la carrera más importante del ciclismo mundial, el boyacense lamentó que cinco de sus compañeros tuvieran que retirarse durante las dos primeras semanas por caídas en la carretera. “Eso te limita estratégicamente para hacer cosas”, aseguró Quintana luego de la etapa 19 este viernes, en declaraciones recogidas por la agencia EFE.

Sin embargo, Nairo fue más allá: reconoció que él no llegó bien físicamente a este Tour y también hizo énfasis en que era difícil competirles a los mejores corredores del pelotón sin un equipo fuerte. De todas maneras, el colombiano no habló mal de sus compañeros.

“Yo venía arrastrando las lesiones del año pasado, no estaba en muy buenas condiciones, pero estoy luchando en buena condición. Sin un equipo potente como tienen otros es difícil estar ahí”, agregó.

Nairo también aprovechó la oportunidad para anticipar que correrá el Tour del próximo año y que espera tener un desempeño mucho mejor que el de este. “Voy a volver al Tour con Arkea el año que viene, espero prepararme bien y estar aquí de nuevo”, aseguró el colombiano.

Analizando la forma como se ha corrido en este Tour, Quintana reseñó que el ritmo que se impuso en el pelotón fue bastante alto, lo que complicó sus aspiraciones de figurar. “Ha sido un Tour muy rápido, con diferencias grandes entre los de la general, mucha guerra por cada premio. En el Tour siempre es difícil, pero este año más acentuado y guerreado. Todo ha sido más complicado”, concluyó.

Quintana también aprovechó su encuentro con los medios de comunicación este viernes para enviar una reflexión a los aficionados colombianos que creían que sus victorias hace años eran algo que conseguía de manera fácil y ahora solo exigen resultados buenos.