Entretenimiento
Famoso cantante argentino confesó que tiene VIH: "No sé a quién contagié"
Tú navegador no es compatible para reproducir este audio
El representativo nacional ha cumplido con una notable actuación y un proceso futbolístico sólido durante lo corrido de los últimos dos años.
La Selección Colombia es la responsable de un orgullo general, la única que tiene sonriendo a un país que, en medio del escepticismo de algunos, al fin encontró el mismo discurso. Tal es el impacto que se confirmó que habrá día cívico el lunes 15 de julio. Pero nada de eso es gratis.
A pesar de los pergaminos de los rivales del seleccionado nacional, la esperanza por el equipo sirvió como un respiro ante la realidad. Pan y circo, dicen los más críticos, pero la verdad ha sido un motivo de unión sincera y espontánea.
Hasta al más desprevenido se le ha inflado el pecho de emoción con la actuación de los jugadores, entre los que se destaca un James Rodríguez que ha sabido salir de la adversidad para convertirse en figura del torneo.
Esa historia de resiliencia se junta con la de Camilo Vargas o Davinson Sánchez, en un equipo lleno de esas revanchas que dan la vida y que son parte de nuestra idiosincrasia, la de una sociedad acostumbrada a remar contra la corriente para alcanzar sus sueños.
Por eso, el triunfo contra Uruguay para llegar a la final no podía ser distinto, con el error y castigo a Daniel Muñoz, figura emergente y otro de los mejores del torneo. Pero más aún, con la gesta épica de sostenerse ante un fuerte rival con uno menos. La comprensión de Néstor Lorenzo le sumó una muestra de empatía que conmueve.
(Lea también: Cuánto vale la camisa de Néstor Lorenzo, cábala de Colombia: precio de una en Arturo Calle)
Así todo ha sido drama, pasión y lágrimas, esas que son el desahogo de dolor contenido y que en el rostro de ‘Lucho’ Díaz y el resto de sus compañeros llegaron hasta el corazón de 50 millones de colombianos para por fin hablar el mismo idioma en medio de una alegría inusitada. Una postal que se hizo viral lo dijo todo.
Hasta Carlos Antonio Vélez, crítico constante, está ilusionado. La final contra Argentina es el marco perfecto para que el país se sienta más comprometido que nunca.
De entrada, antes de remarcar la importancia histórica, el menosprecio del ‘Dibu’ Martínez a la Selección Colombia es uno de esos puntos en donde se cierran filas para estar más unidos que nunca. A los colombianos se les respeta, parcero.
El dinero que hay de por medio es un punto que parece quedar en un segundo plano, así como los presupuestos que existen al comparar la experiencia entre ambos seleccionados.
La inteligencia artificial tiene como favorito a Argentina, pronóstico que alimenta la llama dentro de los jugadores de la Selección Colombia y en el resto del país como parte insospechada del equipo. Hay muchas almas empujando a los dirigidos por Néstor Lorenzo.
Si bien las estadísticas pueden ser crueles con el sueño, el colombiano está acostumbrado a crecer ante los tropiezos, a fortalecerse de los errores como los cometidos cuando se perdió en la semifinal de Copa América 2001 ante este mismo rival por penaltis.
De hecho, Argentina fue el último que venció a Colombia antes de llegar al invicto histórico de 28 partidos. Esa derrota fue una de las que marcó la eliminación hacia el Mundial de Catar.
Pero así somos los colombianos porque, como la Selección, ni el golpe que nos tumba más fuerte impide levantarnos de nuevo a buscar nuestra mejor versión. Recuerden que somos el país de la ‘Patria Boba’, evento histórico que revive cómo tuvimos que pelear dos veces por la independencia. Así que siempre volveremos y lo haremos más recargados.
Ese sentimiento de los futbolistas es tan general que hasta el comercio se ha visto beneficiado.
El gremio de comerciantes espera aumentar un 80 por ciento sus ventas con la final de la Copa América, hecho que refleja una conexión que existe entre los colombianos y su seleccionado nacional. La situación está dura, pero la euforia es un canto general.
Y es que hasta los antiguos detractores a nivel internacional se sumaron a Colombia, pues la alegría mezclada con tenacidad de los guerreros vestidos de amarillo contagia hasta al más desapercibido. Ellos nos identifican y, por eso, cuando mire a quien tiene al lado, abrácelo porque también ha ganado sus propias batallas.
Estoy casi seguro de que, muy en el fondo, hasta Lionel Messi quisiera que la selección colombiana gane. Sus palabras fueron el reflejo del respeto que ‘Lucho’ Díaz y compañía se han ganado alrededor del mundo.
Así, en el mismo lugar en donde murió un sueño en 1994, es en el que se alimenta uno nuevo que 30 años después viste de satisfacción a todo un país que se identifica con quienes hicieron del fútbol un ejemplo de vida: sí se puede.
Por eso es que Colombia está unida alrededor de su selección después de una Copa América memorable, por la que lo único que queda por decirles a nuestros ídolos es gracias, lloraremos por ustedes con orgullo sin importar si es por un triunfo o una derrota. Para nosotros, son campeones. Somos campeones.
Famoso cantante argentino confesó que tiene VIH: "No sé a quién contagié"
“El que vote no, es porque es un HP”: feroz ataque de Petro, por consulta popular
Sale versión sobre primas que bajaron de un bus para matarlas: tendrían oscuro trabajo
Joven de 15 años asesinó a un compañero dentro de su colegio: dejó carta aterradora
Aparece video del accidente de camión que rodó 180 metros; familia llora al conductor
Tristeza para quienes quieren viajar a Estados Unidos: negarán visas a estos extranjeros
Linchan a pastor que habría abusado a su hijastra de 13 años: la menor logró escaparse
"¿Somos los enemigos?": Diosdado Cabello le tiró a Petro y negó complicidad con Eln
Sigue leyendo