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Con la llegada de la temporada decembrina, las celebraciones festivas suelen incluir comidas deliciosas y muy elaboradas. Por el espíritu de la época, muchos tienden a acompañar las preparaciones con bebidas alcohólicas como vino, cerveza, whiskey, entre otras. Sin embargo, algunos alimentos pueden provocar molestias estomacales cuando se mezclan con alcohol, resultando en riesgos para la salud. A continuación, le contaremos detalladamente qué comidas es preferible evitar mezclar con el licor para que no se amargue las fiestas de fin de año por un posible malestar.
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¿Qué alimentos no se deben mezclar con alcohol?
- Picantes intensos: los alimentos como el jalapeño, la pimienta negra o las salsas muy condimentadas pueden irritar la mucosa gástrica, aumentando la sensación de ardor y malestar estomacal. Esta irritación puede combinarse con el efecto irritante del alcohol, empeorando la sensación de malestar.
- Comidas grasosas: los alimentos ricos en grasas, como la comida frita, tienen un efecto de ralentización en la digestión. Cuando se consumen con alcohol, esto puede prolongar la permanencia del alcohol en el estómago, lo que lleva a una absorción más lenta. Esto puede hacer que los efectos del alcohol se sientan más tarde y de manera más intensa, además de aumentar el riesgo de malestar estomacal y náuseas.
- Cítricos ácidos: los alimentos ácidos como los cítricos (limones, naranjas, etc.) pueden aumentar la acidez estomacal. Combinados con el alcohol, esto puede empeorar la sensación de ardor o malestar, especialmente en personas susceptibles a problemas de acidez.
- Alimentos fermentados o encurtidos: los alimentos fermentados o encurtidos, como los encurtidos, el kimchi o los alimentos en vinagre, pueden aumentar la sensación de sed y deshidratación cuando se consumen con alcohol. Esto se debe a que estos alimentos a menudo contienen altos niveles de sal, lo que puede contribuir a la deshidratación cuando se consume junto con alcohol.
- Bebidas gaseosas: estos líquidos con alto contenido de azúcar pueden acelerar la absorción del alcohol en el torrente sanguíneo. Esto puede llevar a una rápida embriaguez y puede aumentar el riesgo de malestar estomacal, acidez y náuseas.
- Bebidas energéticas: suelen contener altos niveles de cafeína y otros estimulantes. El consumo combinado con alcohol puede enmascarar los efectos sedantes del alcohol, lo que lleva a un consumo excesivo sin sentir los efectos completos del alcohol. Esto aumenta el riesgo de deshidratación, agotamiento y otros efectos secundarios negativos del alcohol.
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Es importante tener en cuenta que estos efectos pueden variar de una persona a otra, por lo que prestar atención a las propias reacciones y limitar el consumo en general puede ser clave para evitar malestares y complicaciones.
*Este artículo fue escrito y curado por periodistas del equipo de Robby Bienestar, con apoyo de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto.
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