Por: Robby Bienestar

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Este artículo fue curado por July Morales   Dic 28, 2023 - 6:07 pm
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La falta de sueño o un sueño de mala calidad puede tener un impacto significativo en el aumento de peso. El sueño desempeña un papel fundamental en la regulación de hormonas asociadas con el hambre y el metabolismo. Cuando usted no descansa lo suficiente o tiene un sueño interrumpido, puede afectar el equilibrio hormonal.

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Dos hormonas clave en este proceso son la leptina y la grelina. La leptina, producida por las células de grasa, comunica al cerebro la sensación de saciedad después de comer. Por otro lado, la grelina, secretada por el estómago, estimula el apetito. Cuando se duerme poco, los niveles de leptina disminuyen, lo que puede disminuir la sensación de saciedad después de las comidas, mientras que los niveles de grelina aumentan, incrementando así el apetito.

Además, la privación del sueño causa cambios en los niveles de otras hormonas como el cortisol conocido como la hormona del estrés. Los niveles elevados de cortisol influyen en cómo su cuerpo almacena la grasa y también aumenta el deseo de consumir alimentos ricos en calorías y carbohidratos.

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Adicionalmente, la falta de sueño impacta en su estilo de vida. Las personas que duermen poco o mal se sienten más fatigadas durante el día, lo que reduce su motivación para realizar ejercicio o preparar comidas saludables. Esto a su vez contribuye al aumento de peso.

¿Cómo regular el sueño y dormir bien? 

Siga estos pasos para poder descansar:

  • Establecer una rutina de sueño: es beneficioso acostarse y levantarse a la misma hora todos los días, incluyendo los fines de semana. Este hábito ayuda a regular el reloj interno y mejora la calidad del sueño. Antes de ir a la cama es útil adoptar una rutina relajante como tomar un baño tibio, leer un libro o practicar técnicas de respiración para señalar al cuerpo que es hora de dormir.
  • Cuidar la alimentación y el ejercicio: es aconsejable evitar las comidas pesadas y la cafeína varias horas antes de acostarse, ya que dificultan conciliar el sueño. El ejercicio regular mejora la calidad del sueño, pero es preferible realizarlo algunas horas antes de ir a la cama para permitir que el cuerpo se relaje adecuadamente antes de dormir.
  • Crear un entorno propicio para dormir: el entorno de sueño tiene un gran impacto en la calidad del descanso. Mantener la habitación fresca, oscura y tranquila es importante. Se pueden utilizar cortinas opacas, tapones para los oídos o una máscara para los ojos si es necesario. Además, es recomendable limitar el uso de dispositivos electrónicos antes de dormir.

*Este artículo fue escrito y curado por periodistas del equipo de Robby Bienestar, con apoyo de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto.

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