Escrito por:  Redacción Vivir Bien
Oct 10, 2023 - 1:24 pm

Este martes 10 de octubre se celebra el Día Mundial de la Salud Mental. Este aspecto de la vida del ser humano sigue siendo un tema de conversación poco tratado y la Organización Mundial de la Salud ha llamado a que las naciones se unan para combatir las enfermedades mentales con estrategias definidas en planes de gobierno. Desde las familias y redes cercanas es muy importante brindar la atención necesaria y los expertos acotan herramientas básicas para prestar primeros auxilios emocionales a alguien que está en crisis.

(Vea también: Cómo prestar primeros auxilios a alguien en crisis emocional, según expertos)

¿Cómo saber si alguien está en crisis emocional?

Carolina Jurado, coordinadora de la oficina de inclusión del Politécnico Grancolombiano señala que “las crisis son episodios de desorganización y desequilibrio que restringen los recursos personales, intelectuales y emocionales de una persona para enfrentar situaciones tensas”.

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Estos momentos de crisis pueden surgir de eventos del ciclo vital o desencadenantes repentinos que incluyen una explosión emocional. Estos detonantes pueden ser, por ejemplo, el nacimiento de un hijo, la graduación, un cambio de trabajo o el ingreso a la universidad.

En estas situaciones las personas deben adquirir nuevas competencias, desarrollar habilidades, reorganizar sus rutinas y establecer patrones de conducta diferentes y por ello pueden resultar en crisis, en las que se debe saber identificar cuándo es necesaria la terapia.

¿Cómo prestar primeros auxilios emocionales?

Los primeros auxilios emocionales, según la experta, consisten en cuatro pasos:

1. Hacer contacto inicial: pregunte y escuche. Su rol será entender la situación que está sucediendo en la vida de esa persona indagando sobre cómo se está comunicando, qué emociones experimenta y qué actitudes está tomando.

2. Analizar: reconocer la situación e ir al pasado inmediato para entender qué fue lo que detonó la explosión. Luego, se debe explorar el futuro inmediato, identificar potenciales riesgos y gestionar alternativas inmediatas, como hacer contactos de emergencia y activar rutas institucionales.

3. Rastrear alternativas: es necesario explorar los recursos que están a disposición de la persona. Debe explicarle las posibles y dificultades que puedan presentarse en la puesta en marcha de un plan.

4. Ejecutar un plan: reconozca que usted puede ejercer como facilitador o responsable. Por ejemplo, puede dar información acerca de servicios de asistencia o apoyo, en caso de que la persona esté en capacidad de activarlos, o ser usted quien se ponga en contacto para buscar la ayuda.

Por último, es vital aplicar un seguimiento a la situación de esa persona. Pero ojo, las crisis de quién está recibiendo ayuda no se deben volver propias de quien brinda el apoyo. Hay que establecer límites personales y evitar que esto suceda. “No olvidemos hacer ejercicios de autorreflexión permanente acerca de nuestras propias emociones frente a la crisis de la persona a la que estamos acompañando”, finalizó la experta.

 

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