Este prototipo de chip tiene capacidad para analizar sustancias que se extraen de la sangre, la orina, el aliento y hasta muestras de saliva. Esto gracias a un proceso de purificación que se realiza antes y con el objetivo de garantizar la efectividad del sensor.

“Pero nosotros creamos nuestro chip depositando varias capas finas de materiales sobre un sustrato de vidrio, que es rentable y adecuado para la producción a escala industrial”, explicó Nan Zhang, uno de los científicos que trabajó en el proyecto, a través de la página web de esa universidad.

El artículo continúa abajo

El desarrollo de este chip contó con la ayuda de expertos de China y se publicó también en la revista Small Methods. Según sus creadores, esta nanoestructura atrapa la luz a través de bordes de nanopartículas de oro y plata y, en el momento en que las moléculas biológicas y químicas aterrizan en la superficie, “parte de la luz capturada interactúa con las moléculas y se ‘dispersa’ a la luz de nuevas energías”, cita el diario La Vanguardia.

Pese que no hay una fecha en que el sensor pueda salir al mercado, los investigadores dicen que podría tener un costo bajo si sigue funcionando bien después de un año de creado.