El caso se presentó en Polonia a comienzos de este año, pero hasta ahora sale a la luz pública a raíz de que el bebé ya fue dado de alta de la institución, según informó el hospital universitario de Wroclaw en Polonia.

El niño nació en la semana 26 del embarazo, cuando pesaba 1.000 gramos. Luego de tres semanas de cuidados, su estado de salud correspondía al de un prematuro extremo, sin complicaciones. Lo acaban de dar de alta”, dijo Barbara Krolak-Olejnik, jefa del departamento de neonatología.

Es extremadamente raro poder mantener un embarazo tan poco avanzado, en su 17º o 18º semana, durante tanto tiempo”, señaló.

Cuando la madre del bebé, una mujer de 41 años, llegó hace unos mese al hospital, los neurocirujanos constataron que estaba en estado de muerte cerebral, debido a un cáncer de cerebro.

“Toda su familia quiso que intentemos salvar al niño”, explicó Krolak-Olejnik.

“Fue una larga batalla de 55 días. Nosotros, los neonatólogos, queríamos que el pequeño crezca lo más posible pero un día, frente a un peligro que ponía en riesgo su vida, optamos por hacerlo nacer” por cesárea, precisó.

Luego de tres semanas en cuidados intensivos, el bebé pesaba tres kilos y respiraba de forma autónoma, por lo que fue dado de alta.

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