En Estados Unidos se utiliza como documento de identificación el pase o licencia de conducción. Es decir la ciudadanía está representada en la habilidad y capacidad de movilizarse de manera adecuada.

Aprender el código de tránsito es, no sólo importante, sino definitivo para obtener permiso de movilizarse. Desde muy jóvenes los ciudadanos deben aprender las normas de tránsito, donde muchas de ellas son lo que llamamos de sentido común. Mientras en Colombia aunque existen tantas o más normas, muchas de ellas se quedan en letra muerta.

Nuestro código también tiene normas que los ciclistas deben cumplir. Muchas de éstas son bastante lógicas, tales como que “los conductores deben transitar por el lado derecho de las vías a una distancia no mayor a un metro de la acera u orilla”.

Otras como que “nunca se deben utilizar los carriles destinados al uso del transporte público”, muestran que más allá de cualquier otra consideración, las normas propenden por la seguridad de los usuarios de las vías.

“Los ciclistas y sus acompañantes tienen que vestir chalecos o chaquetas que los hagan visibles para los demás conductores, entre las 6 de la tarde y las 6 de la mañana o cuando las condiciones climáticas o ambientales dificulten su visibilidad”.

“Si conducen varios ciclistas en grupo, tienen que ir uno detrás del otro”. Esta norma resulta especialmente importante en el caso de las ciclorutas, donde en horas pico se aglomeran gran cantidad de usuarios de la vía.

“No deben sujetarse de otro vehículo o viajar cerca de otro de mayor tamaño que lo oculte de la vista de los demás conductores”. Norma que me hace recordar el accidente casi mortal, de un amigo que se agarró al camión que llevaba las señales de la ciclovía, que al pasar por encima de un policía acostado lo hizo volar y lo mandó al hospital. Él se recuperó finalmente, pero nos hizo pasar un gran susto.

Las normas de los ciclistas buscan que se respete no solo a los otros ciclistas, sino especialmente a los peatones y a los demás usuarios de la vía, es decir motociclistas, vehículos públicos y privados. Existen normas de sentido común como la prohibición de cruzar por la acera, o por los lugares destinados al tránsito de peatones y por aquellas vías que no estén autorizadas por los agentes de tránsito.

Aunque en Bogotá no estén demarcadas todas las vías para ciclistas, día tras día se abren nuevos espacios, y por eso ellos están obligados a conducir en las vías públicas permitidas.

En nuestra ciudad suele entenderse que las normas de tránsito son para los conductores de vehículos. Las multas y las señales están dirigidas a ellos. Aunque los caminantes y los ciclistas también cometen infracciones, nunca he visto que uno de ellos reciba una multa.

Hay otras normas de sentido común como que los ciclistas adelanten a otros vehículos por la derecha y nunca deben pasar entre vehículos que transiten por los respectivos carriles. Siempre tendrán que utilizar el carril libre a la izquierda del vehículo a sobrepasar.

No podrán transportar objetos que disminuyan su visibilidad o los incomoden en la conducción. Si se conduce en la noche, deben llevar prendidas una luz blanca en la parte delantera de la bicicleta y una luz roja en la parte trasera.

Señales básicas del ciclista

Al andar por la calle, el ciclista debe utilizar ciertas señales para indicarle a los demás vehículos sus próximos movimientos. Algunas señales básicas son:

Para doblar a la derecha, debe extender el brazo hacia la derecha. Mientras que para doblar a la izquierda, debe extender el brazo a la izquierda. Si va a seguir en línea recta, estire el brazo hacia arriba.

Aunque no es obligatorio, es bueno adecuar la bicicleta con espejos y bocina para mayor seguridad del ciclista. También, es recomendable bajar la velocidad y tocar la bocina al pasar al lado de vehículos estacionados. Es importante además transitar por las calles con bajo volumen vehicular. No usar audífonos cuando se conduce una bicicleta. Además es recomendable usar la bocina al sobrepasar a otro ciclista o a un peatón.

Movilizarse en una bicicleta por la ciudad no es un juego de niños. Recuerde que al montar en una bicicleta usted es un conductor más que tiene obligaciones y deberes que cumplir, además de ser responsable de su seguridad y la de las demás personas.

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