Ahora esa atención se ampliará a los enfermos de cáncer y a quienes requieran trasplantes de diferentes órganos. Todos estos avances se darán a partir del próximo 28 de julio, en Bucaramanga, una ciudad que busca convertirse en polo de desarrollo de un negocio que mueve millones de pesos y que genera un particular turismo: el de la medicina.

Con una inversión cercana a los doscientos millones de dólares, el Hospital Internacional de Colombia, HIC, en el cercano municipio de Piedecuesta, hace parte de la Fundación Cardiovascular, FCV, entidad que ha centrado su labor en el tema cardiaco y que con el complejo urbanístico que se está construyendo, dirigirá su mirada hacia otras dolencias que hoy afectan a los colombianos y a pacientes venidos de países cercanos.

Además de promotor y gerente de este proyecto, el doctor Castillo es un importante cardiólogo, que ha atendido diferente tipo de pacientes. Entre éstos recuerda especialmente el caso de una joven con dos corazones, a quien debió resolver su situación. Otra anécdota es la de un paciente que dice que el doctor es su papá, teniendo en cuenta que gracias a ese procedimiento ha podido seguir viviendo. También hay casos como los trasplantes de corazones artificiales. Experiencias que se aplicarán en la recién creada institución.

Entre las razones de la crisis de la salud en nuestro país, Castillo opina que una de ellas es la falta de camas; es así como mientras la Organización Mundial de la Salud, OMS, determina que deben existir cinco camas por cada mil habitantes, y el país cuenta con tan sólo 1.3 por mil habitantes. Mientras con la apertura de este centro hospitalario de Bucaramanga, la ciudad llegará a tres camas por cada mil habitantes. “Teniendo en cuenta que no sólo deben existir un número de camas suficiente sino que deben ser de la mejor calidad”, según enfatiza este especialista en cardiología.

Un tema que preocupa especialmente al doctor Castillo es el de la atención de urgencias, para lo que propone una nueva expresión: los emergenciólogos. Un término que se refiere a esos doctores que tienen sobre sus hombros, nada más ni nada menos, la atención de los pacientes que están en una situación crítica. Un asunto que para el HIC resulta tan importante, por lo que tiene un avión Jet y un helicóptero Robinson, medicalizados, para transportar en las condiciones adecuadas a los pacientes, desde los países de origen de los enfermos.

Frente al modelo de salud que propone el actual ministro Alejandro Gaviria, que busca que la salud familiar remplace la asistencial; Castillo opina que, sin embargo, en Colombia existe un déficit enorme de camas hospitalarias. Es así como en los países desarrollados se considera que deben existir cinco camas por cada mil habitantes, mientras en Bucaramanga ese número es de apenas 1,3 camas por cada mil habitantes; cifra que, gracias al HIC, pasará a tres por cada mil habitantes, luego de la entrada en servicio de las 1.192 camas de la nueva institución.

Otro mecanismo que permitirá mejorar los servicios de salud es cambiar la hospitalización por la medicalización. Es decir que, hoy en día, a través de los sistemas y la virtualización, es posible atender a un paciente a distancia, sin necesidad de la presencialidad. Así los servicios de un hospital se pueden optimizar, a través de las aplicaciones y dispositivos electrónicos, que llevan a manejar chequeos médicos como ecografías y seguimiento de enfermedades crónicas, tales como diabetes sin que el paciente tenga que trasladarse a una institución médica. “Ir a un hospital por una gripa es una situación que en pocos años no se volverá a ver”, precisa el doctor Castillo, para quien los hospitales deben dedicarse a atender pacientes con enfermedades de alta complejidad.

La construcción y puesta en marcha del HIC se ha logrado gracias a figuras como la zona franca permanente especial y al apoyo de entidades como Impulsa, Procolombia y el Ministerio de Salud, que buscan exportar servicios de salud. Además, en entidades como Proexport existe una línea para promover el tema de la salud, y se cuenta con el apoyo financiero de Bancolombia, el Grupo Aval y recursos propios de la FCV.  Con este proyecto, la exportación de salud pasará de 23% a 40%, pasando de 200 millones de dólares a 350 millones: buscando incluir al mercado norteamericano.

La Fundación Cardiovascular, FCV,  que sirve de promotora del nuevo hospital, mantendrá su posición, mientras el HIC se dedicará a atender principalmente a pacientes con cáncer. Además se adelantará un gran pacto para la educación, por lo que como parte de este proyecto se ha firmado un acuerdo de diez años con el University of Pittsburgh Medical Center, UPMC, una de las instituciones más prestigiosas de los Estados Unidos en medicina cardiovascular y tratamientos oncológicos.

El Hospital Internacional de Colombia, HIC, que surgió de los socios de la FCV, cuenta con programas de atención para personas de bajos recursos. Así, con el nombre de Fundación Montaña Azul, atiende con servicios de alta calidad a la población más necesitada.  Para eso cuenta con tres diferentes albergues, para esta población y sus familias; mientras que por otro lado se construye un hotel Marriot, para los pacientes de mayores recursos,  que estará terminado en el año 2018.

Entre la población que recibirá los servicios del HIC, están los ciudadanos de islas del Caribe de origen holandés, los países de la zona andina, Canadá y Estados Unidos. Todos ellos y los ciudadanos colombianos serán los principales clientes de un hospital que busca ofrecer servicios como los diferentes trasplantes de órganos: pulmón, hígado, riñón y corazón; algunos que ya vienen realizándose en la FCV. El proceso de trasplante de cada órgano tiene tiempos diferentes, ya que cada uno tiene un diferente tiempo de duración para estar en condiciones de colocarse en un ser humano.

Ahora que la ruta del Sol, es decir la vía que corre paralela al río Magdalena, ha hecho que los turistas no ingresen necesariamente por la capital santandereana, esto ha hecho que Bucaramanga busque otras alternativas de desarrollo. Situaciones que han motivado el mejoramiento del aeropuerto, la construcción de hoteles y el desarrollo de nuevos centros de reuniones y exposiciones.

Además, como lo dice el doctor Castillo, “en Santander existen muchos Baricharas”. Es decir en diferentes rincones del departamento se pueden encontrar pueblos llenos de tradición y belleza, donde se da turismo de lujo. A todo esto se suma el turismo médico, por lo que los pacientes y sus familiares podrán aprovechar las bellezas naturales y el patrimonio arquitectónico de esta región.

Siguiendo con esta política, este año se busca desarrollar el turismo en el departamento. Es así como la exministra Martha de Hart trabaja en la promoción del turismo de aventura que, junto con el turismo mochilero, han convertido en polo de desarrollo a zonas como San Gil o el parque del cañón del  Chicamocha.

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