Lo sorprendente es que casi sesenta millones de estadounidenses le creyeran y votaran por él, afirma Mario Vargas Llosa en su columna de El País de España.

El escritor añade:

No es raro que se digan tonterías en una campaña electoral, pero sí que crean en ellas gentes que se suponen educadas e informadas, con una sólida tradición democrática, y que recompensen al inculto billonario que las profiere llevándolo a la presidencia del país más poderoso del planeta”.

El sistema ha funcionado bien en los ocho años de Obama y un 58 % del país hace un balance positivo de su gestión, por eso el peruano se pregunta: ¿Por qué, entonces, esa sensación de peligro inminente que ha llevado a tantos norteamericanos a tragarse los embustes de Donald Trump?

Trump logró la mayoría de los votos de los trabajadores blancos sin educación universitaria

Las razones de la rabia de este grupo son evidentes: en los últimos 30 años el ingreso de las familias norteamericanas de estratos medios y bajos mejoró muy poco, asegura Mauricio Cabrera Galvis en su columna de El Universal.

También aclara que por Clinton dejaron de votar 8 millones que habían votado por Obama en 2008, y agrega:

A pesar de su retórica populista e incendiaria Trump obtuvo menos votos que los candidatos republicanos de las dos pasadas elecciones (Romney y McCain), e incluso perdió en el voto popular, pues Hillary le ganó por un millón de votos.

La victoria de Trump puede ser el resultado de una doble protesta: de los que se creyeron el cuento populista de que la culpa de su situación era de los inmigrantes y la protesta pasiva contra Hillary como una más del establecimiento, señala.

En el caso de Andrés Felipe Arias la justicia no es ni eficaz, ni justa, ni proporcional

El fiscal gringo se sorprendería al encontrar los detalles de los casos judiciales de otros seis funcionarios del gobierno Uribe hoy presos con penas exorbitantes en otros países, señala la columnista María Isabel Rueda en El Tiempo.

Veamos los denominadores comunes. Uno: todos trabajaron con Uribe. Dos: en todos los casos existe debilidad o ausencia de pruebas. Tres: ninguno contó con plenas garantías procesales. Cuatro: ninguno tuvo segunda instancia. Cinco: muchos de ellos solicitaron testigos que nunca fueron citados.

Y agrega: si yo fuera el juez que tiene en sus manos el caso de Andrés Felipe Arias, miraría por un momento la proporcionalidad del derecho penal colombiano y me preguntaría: ¿hay algún caso en que matar a alguien sea menos grave que cometer un acto de corrupción?

Y finaliza diciendo que el juez entenderá que el que robó no puede quedarse 17 años en la cárcel y salir a pagar una condena de 30.000 millones de pesos, suma que jamás en su vida ni va a tener, ni va a ver.

No hay derecho que algunos españoles nos quieran despojar, como lo hicieron sus antepasados

La situación de Electricaribe le puede salir muy cara al Estado colombiano si nos juzga un tribunal extranjero capturado por los intereses de las multinacionales, advierte Felipe Zuleta en su columna de El Espectador.

El periodista recuerda, además, el caso de Telefónica-Movistar que debía asumir el pasivo pensional de Telecom , pero a los pocos años la empresa alegó que las cuentas no le daban y que el negocio de la telefonía fija se estaba acabando.

Es increíble, pero a pesar de todas las gabelas, Movistar no logra competirle exitosamente a Claro, controlada por el señor Slim. Según la última edición de la revista Dinero, las finanzas de Movistar van muy mal”.

Por ahora, la empresa, dice Zuleta, le propone al actual ministro de Hacienda una ley para salvar nuevamente el capital español, con cargo al patrimonio de todos los colombianos.

Cada día más amas de casa están convertidas en amas de oficina

En Colombia el liderazgo y la participación de las mujeres en la administración pública y en la empresa privada ha tenido un inmenso auge en la última década, asegura Indalecio Dangond en su columna de El Heraldo.

Además de que están presentes en seis ministerios, en la rama judicial se destaca la labor de la presidenta de la Corte Suprema de Justicia, Margarita Cabello; la presidenta de la Corte Constitucional, María Victoria Calle, y la recientemente nombrada vicefiscal General de la Nación, María Paulina Riveros. De igual modo, el columnista señala que el 17 % de las curules del Congreso son ocupadas por mujeres.

Por último, destaca la labor de ellas en los medios de comunicación donde son las más leídas, vistas y escuchadas y escribe:

¿Quién no cambia de frecuencia para escuchar a Yolanda Ruiz, Camila Zuluaga o Diana Calderón, para oír un análisis de una buena noticia en la radio?”

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