En Noruega también estaban seguros de que el ‘Sí’ ganaría en el plebiscito

En ocasiones, el Nobel no se entrega “como un reconocimiento de los logros, sino también como un estímulo y respaldo de las acciones en curso”, y ese parece ser el caso de este año con Juan Manuel Santos, según ‘The New York Times’:

(Ante) El riesgo de una reanudación de la guerra civil, (el Comité del Nobel), fue claro en declarar que el premio tenía la intención de “animar a todos aquellos que se esfueran por lograr la paz, la reconciliación y la justicia en Colombia”.

El editorial dominical del diario neoyorquino coincide con el Nobel al catalogar como “extraordinario” el hecho de haber firmado un acuerdo de paz con la guerrilla, aunque este sea imperfecto.

El gol de Edwin Cardona valió por los 15 restantes de la jornada eliminatoria: Jorge Barraza

La foto de esa conquista hay que ponerla en un cuadro y mirarla todos los días antes del desayuno. Es un botero, una cumbre futbolística por la osadía de intentarla, la brillantez de la ejecución y en especial por el momento, con los corazones ya exhaustos y las mentes obnubiladas por el esfuerzo y la tensión de la lucha”.

El columnista de El Tiempo también dejó un espacio en el impreso dominical para valorar a los grandes de Suramérica rumbo a Rusia 2018. Sobre Uruguay opina que “ya es difícil que se caiga” y “no depende de una estrella aunque la tiene (Luis Suárez)”. Brasil pasó de ser un equipo “dudoso y vulnerable” con Dunga “al arrasador e invicto de Tite”. De Ecuador destaca que Gustavo Quinteros tuvo que hacer una renovación urgente y el equipo respondió. A Chile lo ve lejos de Rusia y cita un titular de La Tercera: “El bicampeón es un desaste”. Y a ‘la Albiceleste’ la ve por un camino espinoso: “No es tanto lo mal que juega, sino lo feo. Es inmirable Argentina”.

Santos debe limpiar la casa y Uribe tiene dejar de regodearse en el triunfo del plebiscito

“No puede ser que la de Gina Parody sea la única cabeza que vaya a rodar” como consecuencia del reciente fracaso del Gobierno en las urnas, dice María Jimena Duzán en su columna de Semana. Ella considera que “el vicepresidente Germán Vargas Lleras debería tener la gallardía de renunciar y salir a hacer su campaña presidencial por fuera del gobierno”, y opina que si los liberales “hubieran peleado por la paz como lo hicieron por los puestos, otra hubiera sido esta historia”.

Sobre el senador Uribe, Duzán afirma que puede “pasar a la historia como el expresidente que permitió acabar esta guerra, o como el político que nos condenó a vivir en ella”:

Esta es la hora de la sensatez y de entender que este país no puede ser guiado por el odio, la venganza o la sed de volver al poder”.

Venezuela impone su voluntad y Colombia simplemente agacha la cabeza

Es la tesis que defiende La Opinión en su editorial de este domingo, señalando que la reapertura libera de presiones al gobierno venezolano, “pues sus ciudadanos, con sus necesidades satisfechas a costa de los colombianos, dejan de presionar con el ahínco de antes, y le permiten al mandatario al menos respirar, para que atienda otras situaciones, algo que antes no le era posible”.

El diario cucuteño denuncia un aumento de inseguridad callejera y ventas ambulantes del lado colombiano, mientras Venezuela sigue restringiendo el acceso a los colombianos.

No hay reciprocidad venezolana con Colombia, porque la misma Colombia no exige. Y, así, nada es posible”.

“Lo que ganó el domingo pasado fue el desconocimiento y la falta de criterios para tomar una decisión”

Lo dice Claudia Ayola en El Heraldo, argumentando que pesó el temor a la “‘ideología de género’, algo que no existe en ninguna parte del documento final del Acuerdo de Paz”, y el engaño al sufragante, promocionado desde mucha iglesias.

La columnista también se refirió a las confesiones de Juan Carlos Vélez Uribe sobre la estrategia de campaña por el ‘No’: “Solo sorprendieron por su cinismo, porque ya se sabía que estaban manipulando a las personas”, y concluye:

Obstaculizar un Acuerdo de Paz de una guerra de más de cincuenta años en un intento de negar al otro es un acto terriblemente egoísta, que además se realiza por medio de la hipocresía y la mentira”.

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