Las primeras versiones de lo ocurrido las entregó la madre del menor, María Elvia Yague, que en diálogo con Noticias Caracol dijo que el niño encontró el artefacto en un potrero y que por curiosidad lo recogió para llevarlo a su casa.

“(Tenía) como forma de una bomba, como con una ‘cabecita’ metálica. El niño se lo trajo y llegando a la casa lo apretó y de un solo ‘estallón’ le ‘voló’ los deditos”, explica la mujer.

Asimismo, el subdirector científico del Hospital Universitario de Neiva, José Antonio Muñoz, confirmó al noticiero que el pequeño tiene “una lesión en mano, hay pérdida de su primer dedo, pérdida parcial del segundo y tercer dedo y es atendido por nuestro equipo de cirugía plástica”.

Por su parte, la Policía del Huila, en cabeza de su comandante Johannes Bejarano, indicó a ese medio que un equipo de antiexplosivos investiga lo que sucedió y qué clase de artefacto fue el que estalló.

Este es el segundo caso de niños víctimas de explosivos abandonados que se registra esta semana. En el anterior, que ocurrió en Chocó, una niña de seis años murió y su madre quedó gravemente afectada.

Según informó la Armada Nacional, la menor era de una comunidad indígena y aparentemente confundió el explosivo con un balón debido a la forma que tenía.

Como en el boletín de la institución se habla que, al parecer, quien abandonó el artefacto fue el frente ‘Resistencia Cimarrón’ del Eln, el jefe de esa guerrilla alias ‘Pablo Beltrán’ negó la responsabilidad y dijo que “esta no es nuestra conducta y el pueblo del Chocó lo sabe”, cita El País de Cali.

Por ahora, los dos casos están en etapa de investigación.

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