Características como sabor, textura y calidad hacen de la panela uno de los alimentos más apetecidos por los europeos, aunque allá acostumbran a consumirla de una manera diferente a como se hace en el país.
“Antes solo la demandaban los colombianos, pero ahora, por la aversión que ha generado el azúcar blanca, los europeos la están sustituyendo por la panela pulverizada que importamos”, explica a El Tiempo el empresario peruano Jhony Guevara, que exporta al viejo continente este y otros productos con sello colombiano.
Asimismo, Guevara, que asiste a la feria Alimentaria en Barcelona, España, explicó a ese medio que la panela en Europa “se vende a unos 1,29 euros… La gente la compra sin reparar si es o no costosa”.
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A este producto se suman los aguardientes de marcas colombianas, que también son muy apetecidos.
Sin embargo, mientras empresarios buscan nuevos mercados para crecer en el negocio de la panela, en Colombia el oficio se ha venido ‘derritiendo’ a tal punto que el gremio de paneleros (Fedepanela) se reunió con el ministro de Agricultura, Aurelio Iragorri, para recordarle “la importancia de continuar el desarrollo de proyectos clave para apoyar a los productores paneleros”, sobre todo para aquellos que no cuentan con la maquinaria y el respaldo económico para producirla.
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