Durante la celebración del sábado, a la que asistieron unas 25.000 personas según datos oficiales, los aficionados también dejaron ocho autobuses de Transmilenio afectados y se registraron riñas en 18 de las 20 localidades de la ciudad.

En ese sentido, las autoridades municipales manifestaron que no le otorgarán permisos a los aficionados de Millonarios para realizar una marcha de esta magnitud “por poner en riesgo la seguridad y la convivencia en Bogotá“.

Asimismo le pidieron a los líderes de las barras que busquen acciones de “reparación y reivindicación”, además de someterse a sanciones pedagógicas, para “recuperar la confianza y avanzar en la disminución de la violencia al interior de sus barras”, explicó la Alcaldía de Bogotá en un comunicado.

Por otra parte, los aficionados tendrán que reparar los daños ocasionados en los alrededores del estadio, como por ejemplo los que afectaron la tienda de Independiente Santa Fe.

De igual manera, la Alcaldía aseguró que continuará con el proceso de individualización y judicialización de las personas involucradas en los desordenes.

EFE

LO ÚLTIMO