El presidente de la República decretó día cívico este viernes 19 de abril para concientizar sobre el ahorro de agua en el territorio nacional.
Aunque no dio detalles del alcance puntual de la medida, se sobreentiende que este decreto aplica rigurosamente para el sector público.
(Vea también: Así harán el cobró a hogares que gasten agua de más en Bogotá: recibo les llegaría caro).
“En la práctica, el día cívico en Colombia tiene un mayor impacto en el sector público. Son estas entidades las que tienen la obligación de dar el día libre a sus funcionarios”, detalló El Tiempo.
Para el sector privado, sería cada empresa la encargada de definir si da el día libre a sus trabajadores o no.
“Mañana queremos decretar un día cívico en Colombia para que la gente no utilice la energía eléctrica al máximo posible, para que podamos guardar una energía que necesitamos en los próximos días y sobre todo para que la gente disminuya en lo que se pueda el consumo de agua potable en las grandes ciudades. No para que no se tome agua, sino para que la tomemos en un lugar diferente a donde hay estrés hídrico”, señaló Petro.
En su intervención, el presidente invitó a los bogotanos a que en la medida de lo posible salgan de la ciudad para gastar agua en otras zonas del país con menos afectaciones hídricas.
Racionamiento de agua y por qué Bogotá llegó hasta ese punto
El racionamiento de agua ocurre cuando la demanda de agua supera la oferta disponible, lo que puede deberse a varios factores. En primer lugar, el crecimiento de la población y la urbanización aumentan la demanda de agua para uso doméstico, industrial y agrícola.
Esto ejerce presión sobre los suministros de agua ya limitados. Además, los cambios climáticos, como la sequía, reducen la disponibilidad de agua dulce, exacerbando aún más la escasez. La sobreexplotación de los recursos hídricos, la contaminación y la mala gestión también contribuyen al problema.
Esta es una medida de emergencia para conservar y distribuir equitativamente el suministro restante entre la población afectada. Puede implicar restricciones en el consumo, como limitar el riego de jardines, reducir el lavado de automóviles y establecer horarios para el uso doméstico. Además, se pueden implementar medidas a largo plazo, como la mejora de la infraestructura hídrica, la promoción de prácticas de conservación del agua y la diversificación de fuentes de abastecimiento.
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