Así lo asegura la Procuraduría, que los destituyó e inhabilitó por 12 años. La decisión fue tomada en segunda instancia, pues en la primera los dos oficiales había sido absueltos.
Según el Ministerio Público, debido a que Arévalo Rodríguez y Madrid Orozco estuvieron en la escena del crimen, “no resultaba previsible que sus subalternos tomaran decisiones y emprendieran acciones tan determinantes sin que ellos se percataran, o incluso las hubieran ordenado”.
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Los dos oficiales debían verificar el estado de la escena del crimen “para entregarla al CTI de la Fiscalía en la forma como fue encontrada, lo que no ocurrió, pues la escena fue entregada a los investigadores aproximadamente cuatro horas después de ocurridos los hechos”, añade la Procuraduría.
De otro lado, quedaron en firme la destitución y la inhabilidad por 12 años impuestas contra el subintendente Juan Carlos Leal Barrero, y los patrulleros Fredy Esneider Navarrete y Nelson Daniel Rodríguez Castillo, el 18 de agosto de 2016.
Estos tres policías alteraron la escena del crimen, demoraron su entrega al CTI y pactaron no hablar de lo ocurrido, explica la Procuraduría.
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