El príncipe Felipe, de 96 años, “está progresando de forma satisfactoria en esta etapa temprana” de su recuperación, se siente “cómodo y de buen ánimo”, según detalló esa fuente.

El consorte de la soberana británica fue ingresado ayer en el hospital privado King Edward VII para someterse a una intervención programada, después de haber sufrido problemas en la cadera durante cerca de un mes.

Los médicos prevén que el duque permanecerá hospitalizado varios días, mientras se recupera de la operación.

El marido de la reina Isabel se retiró el verano pasado de la vida pública, una “jubilación” de sus compromisos oficiales que no estuvo motivada por ningún problema de salud en particular.

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El pasado año, estuvo ingresado en el mismo hospital londinense como “medida de precaución” tras sufrir una infección derivada de una condición médica ya existente, según describieron fuentes del palacio.

A pesar de estar retirado, el duque suele ser visto ocasionalmente para apoyar a alguna organización benéfica y acompañar a Isabel II en ciertos actos.

La operación de Felipe de Edimburgo tuvo lugar antes de que se produzcan algunos acontecimientos y compromisos importantes para la familia real británica.

El próximo 19 de mayo se celebrará en Windsor (Inglaterra) la boda del príncipe Enrique, nieto de Isabel II, y su prometida, la estadounidense Meghan Markle.

A finales de este mes de abril, se espera además que la duquesa de Cambridge, esposa del príncipe Guillermo, de a luz a su tercer hijo.

Con EFE