El Tiempo dice haber tenido acceso al documento, en el que principalmente se apoya la hipótesis según la cual el presidente Jovenel Moïse ya estaba muerto cuando los supuestos mercenarios colombianos llegaron a su residencia.

Además, se especula sobre la posible participación de su personal de seguridad, su médico, un senador, un magistrado que habría emitido una orden de arresto contra el mandatario y hasta se sospecha del primer ministro, Claude Joseph, quien asumió el poder después del crimen.

Al mismo tiempo, el FBI tendría indicios de que “algunos exmilitares colombianos han sido torturados para que ‘digan algo que ellos no hicieron’”, publica el diario.

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Esa posibilidad haría que incluso los investigadores estadounidenses se preguntaran por qué Colombia no les está prestando suficiente apoyo a sus connacionales, indica el impreso.

Esto pondría en duda incluso la versión de que uno de los colombianos ya habría confesado la participación de algunos de sus compatriotas en el hecho.

El FBI ya tendría también a disposición los videos de seguridad del palacio presidencial, así como otras grabaciones y llamadas las que permitirían comenzar a dilucidar el tema.