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Mathías Uribe Gutiérrez es un héroe. El joven de 14 años, cuya historia contamos hace dos meses, ganó otra dura batalla por su vida contra una bacteria asesina que le quitó una parte de cuerpo y ahora entra en un largo y difícil proceso de rehabilitación el cual está ansioso por enfrentar y para el cual necesita apoyo de manos amigas.
La situación que cambió para siempre la vida de Mathías comenzó con un simple malestar. El joven paisa radicado desde los cuatro años junto con sus papás en Nashville, Tennesse, en los Estados Unidos, comenzó a sentirse mal tras un paseo familiar y tuvo que ser llevado a un hospital donde progresivamente su estado de salud fue empeorando, al punto que llegó a depender completamente de unos aparatos al cual tuvo que ser conectado para mantenerlo con vida. Al despertar, empezó a tener problemas de circulación y un enrojecimiento en todo el cuerpo.
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El diagnóstico que le dieron a la familia fue devastador: el joven deportista padecía el síndrome de choque tóxico, el cual fue producido por la infección de la bacteria del estreptococo del grupo A. El daño que le causó a su organismo obligaba a amputarle todas sus extremidades para poder mantenerlo con vida.
Contrario a lo que sus papás pensaban, Mathías recibió la noticia con entereza. Les mostró a sus papás que sobre cualquier sacrificio quería seguir viviendo y luchar para vencer la enfermedad. Y así fue. En los últimos meses, el joven pasó en total 143 días en la UCI, 13 días en terapia ECMO y superó 23 cirugías. De todas esas pruebas salió fortalecido y ahora empezará un largo proceso de rehabilitación para adaptarse a su nueva vida, a recuperar sus funciones motrices tras haber perdido sus extremidades.
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Ana Gutiérrez, su tía, relató que tras ser despedido en medio de aplausos y honores por parte del personal médico de la UCI este lunes 20 de noviembre, Mathías salió feliz y esperanzado con destino a Chicago, donde ahora empezará el proceso de rehabilitación que podría tardar entre seis a diez semanas. Es un proceso que incluye un tratamiento de fortalecimiento muscular y de adaptación a las nuevas prótesis.
“Sabemos que es un proceso duro, difícil, doloroso y complicado, pero es otro paso más necesario para que recupere su vida y él está muy optimista para lo que se viene. Está contento, está amando su cuerpo, aceptándose y asimilando el autocuidado que tendrá que hacer. Pero lo que lo tiene feliz es que por fin, después de estar en UCI, donde las máquinas lo hacían todo por él, dice que se siente pleno por el hecho de que ahora esté todo en sus manos y que no tiene miedo de este nuevo paso”, narró Ana.
Parte de todas esas intervenciones que fueron necesarias para salvarle la vida incluyó una compleja cirugía en la que retiraron parte de músculos en su espalda para salvarle la rodilla derecha con un injerto. Una intervención muy invasiva que el joven sobrellevó con temple.
En este momento mantiene tratamiento con antibióticos orales para evitar una recaída. Todavía presenta una leve infección en su rodilla que obliga a un permanente monitoreo. Pero el gran reto ahora es su rehabilitación, un tratamiento que además de complejo es altamente costoso para la familia. Pero en cada paso han recibido un apoyo tremendo de decenas de personas que se han sumado para que el milagro de Mathías siga siendo posible.
Por ejemplo, el viaje que realizó hasta Chicago en vuelo charter costaba 25.000 dólares porque requería un equipo médico especial para su traslado. El seguro solo cubría 6.000 dólares, pero recibieron apoyo para lograrlo. De otro modo, habrían tenido que trasladarlo en un viaje de ocho horas en ambulancia que pudo resultar riesgoso por la convalencia de un Mathías que acababa de salir de UCI tras más de cuatro meses.
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En este nuevo proceso de rehabilitación se sumó la organización Humanos 3D, que desarrolla dispositivos de asistencia en 3D para personas con discapacidad en brazos y manos. Aunque las prótesis que requiere Mathías tienen un grado de complejidad mayor a los que generalmente desarrollan, esta organización decidió asumir el reto de apoyar a Mathías con el equipamiento que necesita el joven al inicio de su nueva etapa y cumplir con la larga lista de sueños que tiene y que incluye ser un ingeniero exitoso.
Para ello lanzaron una campaña hace dos semanas en la que Humanos 3D recaudará los aportes económicos que realicen las personas que quieran sumarse a esta causa y otra organización, One Inversion Social, que se encargará de duplicar los aportes que se reciban. Las personas que quieran apoyar a la recuperación de Mathías pueden hacerlo a la cuenta de Ahorros Bancolombia #43081212385.
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