El país asiático considera este viaje de Nancy Pelosi como una provocación a la que ha respondido imponiendo sanciones a importaciones de la isla. Ante esto, Estados Unidos respondió asegurando estar “preparado” para la respuesta que tenga China.

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“Estados Unidos no busca ni quiere una crisis. Estamos preparados para gestionar lo que Pekín decida hacer”, dijo en una rueda de prensa en la Casa Blanca el coordinador de Comunicaciones del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby.

Asimismo, el funcionario señaló que “no hay ninguna razón” por la que el Gobierno chino use este viaje como “pretexto para aumentar su actividad militar” en la región.

Kirby también afirmó que el viaje “es coherente” con la política de “una sola China” defendida por Estados Unidos desde 1979.

“Hemos dicho que nos oponemos a cualquier cambio unilateral en el statu quo por parte de cualquiera de los dos lados. Hemos dicho también que no apoyamos la independencia de Taiwán”, afirmó.

Finalmente, aclaró que la visita de Pelosi a Taiwán fue una decisión suya, y que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, “respeta” su voluntad.