Cuando la Fundación Pies Descalzos, creada por Shakira, introdujo en Colombia un concepto de infraestructura educativa sin precedentes en varios de los lugares más pobres del país, muchas críticas llegaron, alegando que con los recursos de un solo colegio de ese tipo, se podrían construir otros cuatro.
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“Queremos que estos colegios dignifiquen a los estudiantes”, dice Patricia Sierra, directora de la fundación ‘Pies Descalzos’, en una entrevista con Forbes. Recuerda que al principio, veían como avances que niños aprendieran usar papel higiénico y el agua. Hace poco, presenció como una egresada del colegio ubicado en el corregimiento de La Playa de Barranquilla, hablaba inglés con fluidez en la Universidad del Norte. “Llenar de oportunidades este tipo de instituciones es una tarea larga”.
Shakira se recorre el mundo entero abogando por la educación y consiguiendo recursos para amplificar el impacto de la fundación. En terreno, Patricia, que constantemente también busca recursos y aliados, sigue día a día el plan de trabajo.
Ahora, están construyendo escuelas en cinco departamentos colombianos (Atlántico, Bolívar, Chocó, Norte de Santander y La Guajira), que se sumarán a los colegios que han construido en Barranquilla, Quibdó y Cartagena. La infraestructura varía de espacios con miles de metros cuadrados a pequeñas instituciones adaptadas a la necesidad de la región.
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En Tibú, en la zona de El Catatumbo, en Norte de Santander avanza la construcción de un colegio de 6.200 metros cuadrados que beneficiará a 920 estudiantes; en Barranquilla están construyendo dos nuevos colegios, uno en Nuevo Bosque y otro en Villas de San Pablo, que en conjunto beneficiarán a 1.920 estudiantes y en La Guajira han desplegado la construcción de 27 espacios educativos adaptados a zonas rurales dispersas cerca a lugares como Maicao, Manaure y Albania. En Cartagena y Quibdó nuevos proyectos vienen en camino.
En el modelo, generan alianzas con los gobiernos locales para garantizar la escalabilidad, pero la Fundación hace presencia con un acompañamiento para tomar acción en asuntos que se tornan díficiles a los sistemas educativos públicos locales.
“Hacemos un trabajo constante de capacitación a los maestros, los acompañamos en el aula para mejorar la calidad. Acompañamos procesos de bilinguismo, arte y programas específicos para la primera infancia”, resalta Sierra.
Con proyectos que tienen incidencia en los procesos de enseñanza, la Fundación Pies Descalzos está llegando a más colegios que los que ha construido. Nada más en 2022, alcanzaron 59.724 niñas, niños y jóvenes, y 2.717 maestros con iniciativas que están siendo replicadas en 168 colegios en el territorio nacional de Colombia.
Uno de ellos es Jóvenes Emprendedores, en el que los estudiantes aprenden a resolver problemas en su comunidad y habilidades de emprendimiento y el otro es Todos al Cole, que se ha propuesto llevar a 54.000 menores combatiendo la deserción escolar.
“Antes lo hacíamos solos, ahora multiplicamos el impacto”, anota Sierra para mencionar algunas de las tantas alianzas que hacen posible el impacto.
En colegio Nuevo Bosque de Barranquilla, cuya apertura está prevista para este año, además del gobierno local, participan La Salle College, Barça Foundation y Fundación La Caixa. En El Catatumbo, un rol clave lo ha jugado la Fundación Howard G. Buffett, de Howard Buffett, hijo de Warren Buffett.
“Cada vez se suman más porque estamos viendo los resultados”, recalca Sierra. “Cada peso invertido se ve multiplicado. Habla muy bien que los egresados vuelven a los colegios a ser parte de los proyectos. Juntamos a todos los actores, hemos demostrado que el recursito se usa al máximo”.
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