Y es que en redes sociales y algunos medios de comunicación no le perdonaron el estilo montador que usó con Sofía Vergara en su entrevista para la televisión española.
Ya anteriormente, Motos había dicho que todo estaba planeado y con la actriz se había planeado usar ese formato, en el que ambos simularían ser cercanos y se molestarían entre sí. Sin embargo, las críticas no cedieron y él volvió a referirse al tema.
(Lea después: Presentador que incomodó a Sofía Vergara contó verdad de esa entrevista: “Lo siento mucho”)
En diálogo con Europa Press, el entrevistador dijo que no sabía de la polémica hasta que se lo mencionaron “como broma nacional”, y fue cuando decidió dar explicaciones.
“Pactamos todo, nos lo pasamos súper bien y encima sacamos una audiencia estupenda el primer día de vuelta de las vacaciones”, recordó el presentador ibérico, asegurando que recibió comentarios que lo llamaron “el mejor programa de todas las temporadas”.
El ‘showman’ volvió manifestarse sorprendido, pero la emprendió contra los medios de comunicación: “Es un poco triste que una cosa que no ha sucedido nunca haya generado 543 noticias”, señaló, refiriéndose a la molestia entre entrevistador y entrevistada durante el programa, que supuestamente fue fruto de una improvisación acordada.
El presentador terminó disgustado por las reacciones que él mismo motivó al falsear una interacción con la artista colombiana, pero quiso dejar una lección para los periodistas, pues considera que las versiones que resaltan la molestia de la diva desconocen que todo habría estado previsto:
“En el periodismo lo importante tiene que ser la verdad, porque si lo importante son las visitas lo que va a pasar es que el periodismo va a desaparecer”, dijo. “Dejará de tener poder porque va a dejar de contar la verdad”.
Estas fueron las palabras del presentador:
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¿Tiene razón Pablo Motos al cuestionar al periodismo?
El enojo del español permite hacer un análisis de un tipo de contenidos muy populares en redes sociales, que se asemejan a lo que en otros ámbitos se solían llamar “falsos documentales”: contenidos aparentemente reales que terminan siendo actuados. Estos causan el furor esperado en su momento, pero si la gente se percata del engaño todo se convierte en indignación.
En este caso, la sensación sigue siendo de que la molestia de Sofía Vergara era real, pero Motos insiste en que todo fue planeado. Y si lo que se vio al aire no era cierto, ¿por qué se molesta, hablando de verdades y mentiras en los medios, sabiendo que emitió una parodia que todo el mundo digirió como cierta?
Y más aún, ¿por qué cuestiona la búsqueda de visitas cuando él mismo usó un formato de entrevista –provocador, pero falso, según él mismo– si no era esperando obtener rating y suscitar comentarios?
En conclusión, Motos dice que no es verdad lo que se comenta, que su actitud fue molesta para ella, aunque fue lo que se evidenció en una entrevista que se presume espontánea. Sin embargo, se enoja porque se habla de ello y da a entender que todo se había anticipado para que saliera así. ¿Quién miente entonces? Al final, el engañado fue él mismo. Víctima de su propio invento.
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