Se abre un nuevo capítulo del caso de la presunta estafa que habrían sufrido al menos 80 egresados de las mejores universidades del país, empresarios y hasta hijos de políticos. Esas personas invirtieron millonarias sumas de dinero en un supuesto fondo ganadero, el cual les ofrecía rentabilidades de entre el 20 % y el 40 %.

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Felipe Rocha, cuya familia es propietaria de la ganadería Achury Viejo, es el principal señalado de la presunta estafa. El empresario se movió entre la élite bogotana para que personas acaudaladas invirtieran en su negocio, que pese a dar resultados en los primeros años, a inicios de 2023 se fue al suelo.

Ahora, luego de diversos mensajes que ha enviado a las presuntas víctimas, emitió una nueva comunicación para informarles que, de manera voluntaria, acudió a una instancia del Gobierno para que supervise el plan de pago, reveló El Tiempo.

De acuerdo con el mensaje, —que habrían enviado los abogados de Rocha— se pidió el acompañamiento de la Superintendencia de Sociedades para lo que califican como el desmonte y supervisión del negocio.

Según el correo que recibieron las presuntas víctimas, se requiere que entreguen sus datos individualizados para incluirlas en el listado de personas que esperan su dinero.

De acuerdo con el rotativo, la Superintendencia de Sociedades responderá en los próximos días la carta de la defensa del empresario y todo indica que, en efecto, intervendrá para determinar cómo se recogió el dinero, su procedencia y destino.

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La solicitud de seguimiento tendría una intención camuflada: reducir el número de deudores. Según el periódico, algunos inversionistas creen que se trata de un mecanismo de Rocha para que algunos desistan del cobro, apostándole a que no declararon esos dineros.

Asimismo, apelan a que las tres propiedades que Rocha está ofreciendo para ayudar a cubrir la millonaria deuda no alcanzan a cubrir ni siquiera un 60 % del total del dinero que se debe, estimado en cerca de 40.000 millones de pesos.