Las decisiones abarcan sobre todo detalles muy técnicos y se inscriben más en el terreno de lo simbólico, una semana antes de que Obama se convierta en el primer presidente estadounidense en visitar Cuba desde 1928.

Los estadounidenses podrán viajar a Cuba para emprender actividades educativas dirigidas a la sociedad civil, sin requerir a partir de ahora del amparo de una organización estadounidense. Los viajes por turismo siguen prohibidos por el embargo.

También podrán comprar productos cubanos, como ron y tabaco, en “terceros países”, algo hasta ahora prohibido.

Las empresas estadounidenses podrán importar software de origen cubano y aumentar su “presencia física” en la isla, con oficinas, tiendas o depósitos, especialmente compañías exportadoras, servicios de correo y transporte.

“Los pasos de hoy se inscriben en las acciones de los últimos 15 meses, mientras seguimos derribando barreras económicas, empoderando al pueblo cubano e impulsando sus libertades financieras y diseñando una nueva ruta en las relaciones EEUU-Cuba”, dijo el secretario del Tesoro, Jacob Lew, en un comunicado.

Quinta modificación

“Estos pasos no solo expanden las oportunidades para las relaciones económicas entre los cubanos y las empresas estadounidenses sino que también mejorarán las vidas de millones de cubanos”, añadió.

Las nuevas medidas también abren un poco más el acceso de los cubanos a Estados Unidos.

Los cubanos podrán obtener un salario en Estados Unidos, particularmente artistas y deportistas, y podrán abrir cuentas en bancos estadounidenses, desde las cuales transferir remesas a la isla.

Las nuevas medidas constituyen la quinta modificación del sistema regulatorio estadounidense relativo a las sanciones hacia Cuba en los últimos 15 meses, y que abarcan normas sobre exportaciones, vuelos, remesas y comunicaciones, entre otros.

En febrero, los dos países dieron un paso en su acercamiento al autorizar 110 vuelos regulares diarios a la isla, acabando con una suspensión de medio siglo.

A pocos días de su viaje a Cuba, Obama defendió sus políticas hacia la isla, muy criticadas por sus adversarios del partido Republicano y algunos aliados demócratas.

“No nos hacemos ilusiones de que el régimen de los Castro, o Cuba cambien de la noche a la mañana, pero las políticas que implementamos” han sido bien recibidas por el pueblo cubano y por “los cubano-estadounidenses” que “reconocen que este tipo de interacción podría traer aparejadas grandes oportunidades y transformaciones en el interior de Cuba”, dijo en una entrevista a la cadena CNN En Español divulgada el lunes.

Por Ramón – Sahmkow – AFP

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