James Haggerty recibió la pizza en su casa, cuando llegó, abrió una lata y se preparó para un festín, pero prácticamente enfermó cuando abrió la caja y vio el rostro del técnico del Manchester City, según narró a ‘The Sunday Sport’:
Allí, mirándome fíjamente, estaba (un) sangriento ‘Pep’ Guardiola. Su cara estaba allí mismo, en la cara de queso fundido”.
Entonces llamó a la pizzería, pero su protesta fue desoída: “Dijeron que estaba viendo cosas”, recuerda James.
Consultó a un abogado y exigirá una compensación: 7,50 libras esterlinas (unos 28.000 pesos colombianos) por la pizza, y 5.000 más (casi 19 millones de pesos) por herir sus sentimientos, reseña el diario británico.
Ni siquiera puedo ordenar pizza de nuevo. Cada vez que lo pienso veo aquella cara caseoso de ese bastardo azul”, confiesa James.
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