En el inicio del segundo tiempo, con el marcador 0-2 en favor del Bayern Múnich sobre Besiktas, de las gradas saltó a la cancha el animalito que descrestó por su tamaño y belleza, y que empezó a correr alrededor del campo de juego.

El árbitro se vio obligado a suspender el compromiso mientras el gato desalojaba la cancha:

Todo se solucionó rápida y tranquilamente para que continuara el partido en que el cuadro alemán venció 3 goles por 1 (global de 8-1) y le permitió avanzar a octavos del certamen.