El colombiano recordó que su peor época fue entre 2010 y 2011, cuando se dejó llevar por los excesos.

“Empecé a tomar whisky. Yo solo podía tomarme dos botellas. Se me notaba en la cara y en el tufo. Pero al otro día entrenaba con normalidad. No sé cómo aguantó mi cuerpo”, aseguró a El País de España el exjugador de Santa Fe, Nacional y Medellín.

Además, reveló que en el equipo cardenal fueron condescendientes con él, y que los perdonaron en al menos ocho ocasiones luego de tener prueba de alcoholemia positiva. “El doctor y el presidente me lo pasaban. Hasta que llegó un técnico en 2011 y me sentó”.

En medio de esta situación, que se acrecentó con su ida a Atlético Nacional y por la que además se separó de su esposa con la que tenía un hijo, Torres recordó que su salvación fue conocer a Dios y entregarse por completo a Él.

Los medios de España, luego de la sorpresiva victoria del Alavés –equipo donde actualmente milita Torres– sobre el Barcelona, están intrigados por el ritual que hace el jugador antes de cada partido en el que llama a su mentora espiritual Sandra Merino.

Por supuesto, El País le preguntó sobre cómo esta pastora terminó no solo influenciándolo a él sino a todo Santa Fe, que coincidencial o no, después de esto ganó cuatro títulos.

“En Colombia se trabaja mucho con brujería, con chamanes. Cosas de esas. Cosas que en realidad atan. Santa Fe tenía una maldición. Llegaban a puntos decisivos y perdían. Perdían de una forma increíble. Nos decíamos: ‘¡Por Dios! ¿Cómo es posible?”, aseguró el mediocampista sobre las razones por las que el equipo acudió a pedirle ayuda a Merino.

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