Leopold Wilbur Reppond es un pequeño de 4 meses de edad que sufre de un trastorno poco común llamado albinismo oculocutáneo, que afecta a uno de cada 20.000 niños, el cual interfiere el color del cabello, la piel, y no permite ver con suficiente claridad.
Así que para mejorar su visión los padres del menor decidieron llevarlo a donde un oftalmólogo, en Los Ángeles, Estados Unidos, y allí le formularon unas gafas especiales que están hechas de un material similar al caucho, además de que no tienen tornillos, bisagras ni bordes afilados.
En el momento en el que le pusieron la gafas a Leopold, este lanzó una pícara sonrisa al ver con claridad a su madre.
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