Mylú está desaparecida en Kennedy y ofrecen recompensa; corre riesgo de perder un ojo

Carolina Leyva, dueña de Mylú, compartió con Pulzo los detalles de la desaparición de su mascota.

Mylú es una french poodle que se encuentra en tratamiento oftalmológico con riesgo de perder un ojo. Es el apoyo emocional de Carolina y, por ende, ha estado muy unida a ella durante los últimos siete años desde que la conoció.

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“Ella solo come conmigo, es muy apegada a mí, nunca se me había perdido y estamos desesperados”, comentó Leyva.

¿Cómo desapareció Mylú?

Carolina no se encontraba en Bogotá la semana pasada, por lo que dejó a Mylú al cuidado de una amiga de la universidad el miércoles 18 de octubre por la noche. Al día siguiente, cuando su amiga regresó de la universidad y abrió la puerta, la perrita salió corriendo y desapareció repentinamente de su vista.

El día de su desaparición, Mylú llevaba un vestido rosado con una pechera del mismo color y no tenía puesto un collar de identificación.
“Yo no estaba en Bogotá, por eso me la estaban cuidando, la perrita salió seguramente a buscarme”, dijo Leyva.

Desde ese momento, no han cesado en su búsqueda y han colocado carteles con la imagen de la mascota y ofreciendo una recompensa en varios lugares cercanos.

“Tres personas la vieron en el barrio Tabaku, pero desde ese día no hemos tenido más noticias. Hemos estado publicando y pegando avisos sin descanso”, añadió la dueña de Mylú.

Según Carolina, Mylú tiene la cola corta, sus dientes están completos y las puntas de sus orejas tienen un matiz de amarillo quemado, muy sutil.

Si tiene información sobre el paradero de Mylú, por favor comuníquese a los siguientes números de teléfono: 3196671741 y 3208913316. La dueña ofrece una recompensa.

¿Cómo conoció Carolina a Mylú?

Para Carolina, fue una sorpresa cuando conoció a Mylú hace siete años. “Ella estaba con la camada y, apenas la vi entre sus hermanos, me acerqué y ella me lamió, así supe que era la elegida”.

Mylú ha sido compañera de Carolina durante su etapa en el colegio, su graduación y el proceso terapéutico que está llevando a cabo. La ha llevado a la universidad, donde estudia Zootecnia, y ha sido muy querida por sus compañeros y profesores.

“Cuando me la dieron, se llamaba Sasha, pero Mylú era un nombre más tierno y ella me entendía mejor por ese nombre”, comentó Carolina, que desea encontrar a su amiga de cuatro patas muy pronto.