Cuatro estrategias para dejar de extender su jornada laboral más de lo necesario

Amantha Imber es una consultora australiana que se dedica a investigar las ciencias conductuales y a brindar asesorías para manejar el tiempo de manera más eficaz, con el fin de mejorar la calidad de vida.

Durante los últimos años observó de cerca a numerosas personas de diversos sectores laborales para encontrar la manera de hacer más proactivo su día a día.

Como resultado encontró a personajes que lograron inventar sus propios sistemas para aprovechar el tiempo y, gracias a dichos testimonios, según informó BBC News, la australiana creó cuatro estrategias para lograr ser altamente productivo durante la jornada laboral.

Sáquele provecho a su ‘cronotipo’

Los ‘cronotipos’ son ritmos circadianos que se establecen en de ciclos de 24 horas que determinan el sueño, la alimentación, la temperatura corporal y los ciclos hormonales de cada ser humano.

Cada persona tiene un ‘cronotipo’ propio, por eso es clave que reconozca en que momentos su energía es mayor o menor en el día para aprovecharlo al máximo.

Según Imbar, el 10 % de las personas son consideradas ‘alondras’ pues su niveles de energía son mayores en horas de las mañana, mientras que los ‘buhos’, que representan un 20 % de la población, son más enérgicos en horas de la noche.

Sin embargo, la mayoría de la población se encuentra en un punto intermedio al experimentar un incremento de energía antes del medio día y un bajón después de su hora de almuerzo, con un impulso final al terminar la jornada.

Por tal razón, el reconocer el funcionamiento de su ciclo es importante para realizar las actividades que requieren mayor esfuerzo y concentración en los momentos que presenta la energía en un nivel alto, de esta manera encontrará una mayor productividad en su jornada, que le detallamos a continuación.

No termine su jornada sin planificar el día siguiente

Una planificación meticulosa es una catapulta para aumentar su productividad, dejar por escrito qué y cuándo hacer ciertas actividades le ayudará a cumplirlas en su totalidad.

Para ello empiece a escribir tres tareas que no puede dejar de lado el día siguiente, esas serán tomadas como actividades prioritarias y que probablemente exijan mayor esfuerzo.

La lista la deberá continuar organizando hora por hora con las actividades por realizar el resto de la jornada, es recomendable dejar esas tareas mínimas para los tiempos ‘muertos’ como entre reuniones para culminarlas.

Movilícese, cree rituales

Estos rituales estarán relacionados a dónde y cuándo realizar tareas específicas para que su cerebro se acople física y temporalmente con el cumplimiento de dichas actividades.

Elija un lugar y una hora para realizar una de las tareas que previamente tenía programada; por ejemplo, si está trabajando desde casa, puede definir un lugar de su hogar (u oficina) para realizar una de esas tareas.

Al momento de crear este hábito, su cerebro asociará esas señales físicas y temporales con esas tareas, provocándole un ‘switch’ mental que genera un flujo que facilita cumplir sus metas a corto tiempo.

Deje de atiborrar su calendario

Cuando bloquea su calendario al 100 % crea una falsa sensación de productividad, pero durante la jornada no tendrá tiempo de resolver imprevistos, crear espacios creativos o de esparcimiento.

Incluso, si ve la necesidad de llenar todo su calendario, programe una hora para ‘no hacer nada’, la cual destinará para esas tareas inesperadas o simplemente para tomar un descanso, despejar la mente y recuperar energía.