Cómo un chip del tamaño de un grano de arroz hackeó 30 compañías estadounidenses

El ataque cibernético impactó marcas como Amazon y Apple, al comprometer la cadena de suministro de tecnología de Estados Unidos, según fuentes gubernamentales.

De acuerdo con un informe de Bloomberg, el hackeo habría ocurrido hace menos de 3 años, cuando la compañía de Jeff Bezos planeaba adquirir Elemental Technologies para que les ayudara a expandir Amazon Prime Video, su servicio de transmisión de video.

La tecnología de Elemental le ayudó a Amazon a transmitir distintos eventos como los Juegos Olímpicos, comunicarse con la Estación Espacial Internacional y demás. Para que se pudiera manejar la compresión de video era necesario instalar servidores, los cuales fueron ensamblados por Super Micro Computer Inc, una compañía de tecnología californiana.

En este punto, los encargados de evaluar la seguridad de Amazon encontraron un chip de al menos 8 milímetros que no correspondía a las placas de acceso a los sistemas, motivo por el cual la compañía de Bezos reportó el problema con las autoridades de Estados Unidos.

Con una minuciosa investigación, se logró encontrar que el chip de Elemental estaba incorporado en el centro de datos del Departamento de Defensa, las operaciones de aviones de la CIA, las redes a bordo de los buques de guerra de la Armada y otras 25 compañías más.

De acuerdo con la información consultada por Bloomberg, el hackeo funcionó de la siguiente manera:

1. Una unidad militar china diseñó y fabricó microchips tan pequeños como una punta de lápiz afilada. Algunos de los chips se construyeron para que parecieran acopladores de acondicionamiento de señal e incorporaron memoria, capacidad de red y suficiente capacidad de procesamiento para un ataque.
2. Los microchips se insertaron en las fábricas chinas que suministraban a Supermicro, uno de los mayores vendedores de placas base para servidores del mundo.
3. Las placas madre fueron construidas en servidores ensamblados por Supermicro.
4. Los servidores saboteados se abrieron paso dentro de los centros de datos operados por docenas de compañías.
5. Cuando se instaló y encendió un servidor, el microchip modificó el núcleo del sistema operativo para que pudiera aceptar modificaciones. El chip también podría contactar a las computadoras controladas por los atacantes en busca de más instrucciones y código.

Aunque algunas compañías de las anteriormente mencionadas aseguraron que no fueron atacadas por el chip, Jordan Robertson y Michael Riley de Bloomberg, consultaron con fuentes de alta relevancia de la Seguridad Nacional de los Estados Unidos que confirmaron la manipulación del hardware de Supermicro y otros elementos de ataque informático.