Perspectivas económicas tras la reactivación

Esta noticia tiene dos principales aristas: una, que se da en pleno pico de la pandemia, y la otra que la reactivación económica no puede esperar más. Veremos entonces, colapsos en el sistema de salud, pero una leve recuperación económica, lo que permitirá, que muchas familias vuelvan a disponer de lo necesario para su subsistencia, o por lo menos, un nuevo comienzo, a costa de muchos enfermos y muertes, con la consecuencia de los altos costos para el sistema de salud. 

El Banco Mundial proyecta un aumento del 3,7 % en 2021 para la región, la cual se dará de manera distinta en los diversos países, a medida que se hagan efectivas las acciones para frenar la pandemia, como la aplicación de las vacunas, se normalice la producción y se active demanda. Esto es reactivar la economía en la medida que los hogares puedan comprar más y el consumo se mantenga.

Con el ritmo que avanza América Latina, según proyección del Banco Mundial, la reparación será lánguida, por lo que en esa misma medida será el recaudo que hace el Estado con el consecuente impacto sobre la inversión pública. La pandemia no es el único factor que determina el estancamiento de las economías, ya desde hace más de una década, las expectativas de crecimiento de las economías menos desarrolladas se mostraba con problemas para competir y atraer inversión.

Para Brasil, uno de los países más afectados por la pandemia, se espera un crecimiento no mayor al 1,9 %, para Colombia se espera un crecimiento aproximado al 4 %, que seguirá siendo muy bajo en relación a la generación de empleo que el país requiere, y podrá ser menor, en la medida que crezca la incertidumbre por la situación de orden público.

Para México se espera un repunte siempre y cuando su principal socio comercial, Estados Unidos, muestre cifras positivas, que permitan la concreción de nuevas formas de comercialización e inversión de capitales, especialmente con la entrada en vigor del acuerdo entre Estados Unidos, México y Canadá en 2020. Se espera que Argentina crezca en un 4,9 % en 2021, debido a las medidas de mitigación de la pandemia y la reestructuración de la deuda que aumentarán el circulante, la confianza, el consumo y la inversión. 

Para Centro América y el Caribe se espera un crecimiento del  4,5 % para 2021. Esto, amparado principalmente en el ingreso por remesas, especialmente provenientes de Estados Unidos y la reactivación del turismo. 

La demanda interna de los colombianos irá creciendo en la medida que salir a consumir o trabajar implique un riesgo menor, la situación social y de orden público generen confianza en la inversión, ya que si disminuye dicha confianza, los inversionistas se pueden desplazar hacia economías que representen mayor seguridad jurídica, política y social. 

Las economías en desarrollo, son llamadas así, por el riesgo que implica la inversión, a partir de una inestabilidad jurídica y política. Una inversión a largo plazo requiere de una confianza que permita proyectarse con cierta seguridad en el tiempo y visionar la demanda, a partir de bases sólidas económicas y políticas. Es por eso que se pueden aplicar fórmulas matemáticas y estadísticas con bases ciertas en un marco normativo.

Para Colombia, la incertidumbre de la próxima reforma tributaria, que pueda afectar tanto la inversión como el consumo, solo genera nerviosismo y sensación de alto riesgo. Lo que se convierte en la principal barrera de entrada de capitales productivos, que en alto grado, son los responsables de dinamizar la economía, traducida en trabajo y salarios que se reflejen una demanda agregada.

Para los pequeños y medianos empresarios locales, empezar con las arcas vacías será un gran desafío para el corto plazo, por lo que la contratación de nueva mano de obra y tecnología será en extremo limitada y basada no en la proyección del negocio, sino en la necesidad y la subsistencia. Esto nos lleva a concluir que la reactivación va a demorar un buen tiempo para nuestro país.

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*Las opiniones expresadas en este texto son responsabilidad exclusiva de su autor y no representan para nada la posición editorial de Pulzo.