Soldado mató a mordiscos al perro de su mamá, y ella misma lo denunció

El uniformado, un soldado profesional de 33 años, al que se le atribuye el horrendo acto de maltrato animal, estaba de licencia en la casa de su progenitora, informó El País, de Cali.

Sin que hasta ahora sean conocidas las razones exactas, el perro fue atacado por el militar a dentelladas. “Los restos del animal fueron encontrados con mutilación y mordiscos”, precisó, por su parte, Caracol Radio.

En principio, la denuncia por conocida por las autoridades ambientales y grupos de defensa animal en ese municipio del norte del Valle del Cauca, que verificaron en la vivienda donde ocurrieron los hechos cómo fue sacrificado el animal, informó la emisora.

Específicamente, la agresión del militar contra el perro se produjo en una casa del barrio El Príncipe, precisó el diario caleño.

“Fue dentro de la vivienda de su madre. Fue con sus manos, su boca, sus dientes como mató al canino y lo desmembró”, denunció la diputada Catherine Morales, de la Alianza Verde, en una sesión virtual de la asamblea departamental, reproducida por la emisora.

“No sabemos si es hembra o macho; sus órganos genitales no se encuentran. Se encuentra su cuerpo en varias partes desmembrado en el suelo de la casa”, agregó la diputada.

Aunque el agresor fue capturado en flagrancia y presentado en la Fiscalía, fue dejado en libertad pocas horas después, porque el delito no configura una pena superior a los cuatro años, le dijo el intendente Wilson Remolina, jefe de la policía Ambiental de Tuluá, a El País.

A diferencia de Caracol Radio, Remolina le dijo al periódico que el execrable hecho se conoció por la denuncia de la comunidad, que dijo que dentro de la casa “un hombre enloquecido asesinó a un perro pincher, luego le quitó la piel y se comió sus órganos sexuales”.

“Debido a su alto grado de agresividad, esta persona tuvo que ser sometida con una pistola Taser”, añadió Remolina al rotativo.

En todo caso, aseguró la emisora, el nuevo caso de ataque contra los perros está en manos de un fiscal de Tuluá que asumió la investigación.